En 2018 el mundo perdió el equivalente a Bélgica en bosques primarios Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
5 enero, 2019
Por: Luis Moctezuma
Recientemente el Global Forest Watch actualizó su información pública sobre el estado de los bosques en el mundo. La zona tropical, alrededor del Ecuador y delimitada por los trópicos de Capricornio y Cáncer es el centro de atención de este organismo internacional. Mientras que alrededor del mundo se notan ganancias y pérdidas en los bosques, entre los trópicos el desbalance es alarmante, principalmente por la pérdida de bosques primarios.
La zona intertropical y sus pérdidas
Entre los trópicos se perdieron 12 millones de hectáreas en 2018. Esto coloca al anterior como el cuarto año con mayores pérdidas forestales desde 2001 que comenzó el registro. El análisis de datos se realizó en la Universidad de Maryland, en Estados Unidos. La cifra total no es todo lo que tenemos, el análisis incluye a los bosques primarios.
Se conoce como bosques tropicales primario a ecosistemas boscosos en que viven árboles de cientos, e incluso miles de años. En ellos se almacena una cantidad mayor de carbono que en bosques más jóvenes. Se les considera irremplazables como sostén de la biodiversidad. Si estos bosques se talan es probable que no vuelvan a su estado original.
Es la primera vez en este tipo de análisis que se hace una diferencia entre bosques primarios y otro tipo de terrenos forestales. En este sentido, del total de los 12 millones de hectáreas perdidas en 2018, 3.6 millones corresponden a bosques primarios. Este territorio se compara con la superficie de Bélgica.
Entre los países donde las pérdidas de bosque son significativas aparecen 5 latinoamericanos. Los datos se agrupan de dos formas distintas para el Global Forest Watch, por una parte se mencionan los países que más terreno forestal perdieron y por otra los que proporcionalmente se han deteriorado más respecto al año anterior (2017).
En cuanto territorio total Brasil encabeza la lista, su pérdida de terreno forestal es de 1,347,132 hectáreas. El segundo lugar en este sentido contabiliza aproximadamente la tercera parte de las cifras brasileñas; República Democrática del Congo aparece con 481,248 hectáreas menos de bosque en 2018. Le siguen Indonesia con 339,888, Colombia con 176,977, Bolivia con 154,488, Malasia con 144,571, Perú con 140,185, Madagascar con 94,785, Papúa Nueva Guinea con 77,266 y Camerún 57,935.
Al comparar 2018 con 2017 las posiciones son distintas. Proporcionalmente Ghana aumentó 60% su pérdida forestal, le sigue Costa de Marfil con un incremento del 26%, Papúa Nueva Guinea con 22%, Angola con 21%, Surinam con 12%, Liberia con 12%, Colombia con 9%, Panamá con 4%, Tanzania con 3% y República Democrática del Congo con 2%. En estos casos, aunque quizá el terreno no ha sido tan amplio, si se nota que algo está fallando en las políticas de protección a los bosques.
Al mismo tiempo, el Global Forest Watch menciona el caso de Indonesia y sus logros al reducir las pérdidas forestales. Este país asiático tuvo su nivel más bajo desde 2003. En promedio se perdió 40% menos superficie boscosa que el promedio entre los años 2002 y 2016. Los espacios más beneficiados fueron las áreas naturales protegidas, lo que indica que las políticas gubernamentales están funcionando.
La realidad de cada país es distinta y en nuestro continente lo que se nota es un incremento en la pérdida forestal. Brasil ha reducido sus pérdidas forestales anuales, aunque sigue ocurriendo. Colombia mostró un periodo de incremento en la deforestación que el organismo internacional asocia con su proceso de paz; muchos de los territorios perdidos se encontraban en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y ahora están abiertas al desarrollo. Para Bolivia el asunto se centra en una conversión de terreno para agricultura y ganadería. En el caso de Perú se señala a la agricultura a pequeña escala como la predadora de terreno forestal.
Aún queda mucho trabajo por hacer en contra de la deforestación. La región tropical, rica en recursos naturales, también es de las más afectadas. En los próximos años será indispensable dar seguimiento a las políticas de protección medioambientales. Se notan algunos avances y será útil tomar como referencia los casos de éxito para tomar acciones en las naciones que aún registran pérdidas considerables.