En medio siglo se redujeron en 73% las poblaciones de vida silvestre Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 octubre, 2024
La World Wildlife Found (WWF), o Fundación para la Vida silvestre en el Mundo, publicó el informe “Planeta Vivo 2024”. En él se analizan datos que van de 1970 a 2020.
De 5,495 especies monitoreadas, sus poblaciones se redujeron en promedio 73%. Esta alerta indica que se deben tomar medidas inmediatas para abordar dos crisis en curso: la climática y la de la naturaleza.
Una disminución acelerada
Los datos provienen del Índice Planeta Vivo (IPV). Este es proporcionado por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL). Este índice analiza casi 35,000 tendencias poblacionales. Estas pertenecen a 5,495 especies.
La forma en que han sido afectados los diferentes entornos es variable. Los ecosistemas de agua dulce son los más afectados, ahí las poblaciones de vida silvestre se han reducido en 85%. Le siguen los ecosistemas terrestres con 69% y los marinos con 56%.
La causa principal para esta disminución en las poblaciones silvestres es la pérdida y degradación de los hábitats. Esto se debe a nuestro sistema alimentario. Le siguen la sobreexplotación, las especies invasoras y las enfermedades.
Una visión regional también ayuda a dimensionar el problema. Las poblaciones silvestres en América Latina y el Caribe se han reducido en un 95%. En segundo lugar aparece África con una disminución de 76%. En el caso de la región Asia-Pacífico hay un descenso de 60%.
En el caso del declive más elevado a nivel regional, el de América Latina y el Caribe, hay una variable adicional. Si bien, el cambio climático afecta a todo el mundo, aquí sus efectos son más agudos.
La reducción en las poblaciones silvestres es una alerta. La advertencia más evidente es el riesgo de extinción. Además, esto lleva a la pérdida de ecosistemas saludables.
Los cambios vuelven vulnerables a los ecosistemas y los dirigen hacia puntos de inflexión con efecto mundial, por ejemplo, el retroceso de la selva amazónica o la muerte masiva de corales. Entre sus consecuencias está que se pone en riesgo la seguridad alimentaria y las fuentes de ingresos de las personas.
Algunos ejemplos de disminución en poblaciones silvestres emblemáticos se mencionan en el informe. Entre ellas están las tortugas carey que han sufrido una disminución poblacional de 57% entre 1990 y 2018 en las Islas Milman, en la Gran Barrera de Coral de Australia.
Otro ejemplo es el delfín rosado del Amazonas, conocido como boto que redujo su población en 65%. Otro delfín, el tucuxi, disminuyó en 75% entre 1994 y 2016 en la reserva amazónica de Mamirauá, en Brasil. De esta última especie, el periodo de calor extremo y sequía mató a 330.
“Se implementa la mejor ciencia disponible, la colaboración con diferentes grupos científicos, se analizan informaciones que están disponibles a nivel macro para poder hacer análisis regionales y globales, y lamentablemente no hay ninguna región del globo que se destaque por su mayo compromiso con la conservación”, señala Manuel Jaramillo, director general de Vida Silvestre en Argentina.
Aunque existen acuerdos internacionales para la protección del medioambiente, los resultados muestran que no ha sido suficiente. Este año se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29) en Bakú, la capital de Azerbaiyán. La WWF hace un llamado a crear planes más ambiciosos y tomar medidas para reducir el consumo excesivo, detener y revertir la pérdida de biodiversidad y reducir las emisiones de una forma significativa.
Si no se toman acciones concretas inmediatamente estaremos cada vez más cerca de los puntos de inflexión planetarios. Las buenas intenciones no son suficientes, cada nación debe tomar acciones y cumplir sus objetivos de protección ambiental.