Encélado riega al sistema de Saturno con sus columnas de vapor Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
31 mayo, 2023
Las observaciones que hace el Telescopio Espacial James Webb nos han mostrado detalles inimaginables hasta el año pasado, cuando comenzó sus funciones. Recientemente se han anunciado los resultados de sus observaciones sobre Encélado, la luna helada de Saturno.
Desde el sitio oficial del Telescopio se dió la noticia sobre la interacción que se observó entre las columnas de vapor y los anillos de Saturno. Este enigmático satélite sigue produciendo datos que avivan el interés por estudiarlo.
Una luna de hielo que arroja vapor
Los datos que se tienen hasta ahora sobre Encélado indican que bajo su corteza helada hay un océano subterráneo de agua salada. Gracias a las observaciones del Webb ahora sabemos que las corrientes que brotan desde su corteza riegan todo el sistema saturnino.
La columna de vapor que permitió reconocer este fenómeno alcanza una altura veinte veces mayor que la propia Encélado. La distancia que abarcó es similar a la que separa a la ciudad estadounidense de Los Ángeles y la capital argentina, Buenos Aires. Se extendió aproximadamente por 6 mil millas, que equivalen a 9 mil 656 kilómetros. Es la primera vez que se observa este fenómeno.
Encélado es un mundo cubierto de hielo con un tamaño del 4% del de la Tierra. Su diámetro es de 313 millas, que equivalen a 503.7 kilómetros. Su composición es peculiar ya que mientras su corteza está congelada, su núcleo es rocoso y en medio se mantiene una reserva de agua salada.
El detalle visual que distingue a Encélado son sus “rayas de tigre”. Se trata de un conjunto de grietas donde se encuentran géiseres que expulsan vapor de agua y sustancias químicas orgánicas.
La sonda Cassini había observado previamente las expulsiones de vapor. Las condiciones fueron muy distintas a como lo hizo el Webb. Cassini se acercó a la superficie de Encélado y las vió de cerca pero la definición del Telescopio Espacial Webb permitió seguir su camino a una distancia mayor.
“Cuando estaba mirando los datos, al principio, estaba pensando que tenía que estar equivocado. Fue tan impactante detectar una columna de agua más de 20 veces el tamaño de la luna”, relata Geronimo Villanueva del Centro de Vuelo Espacial Goddard ubicado en Greenbelt, Maryland.
“El penacho de agua se extiende mucho más allá de su región de liberación en el polo sur”, describe Villanueva, quien trabaja para la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) y aparece como primer firmante en el artículo que describe las observaciones del Webb.
Además de su gran tamaño, la columna de vapor mantuvo una tasa de expulsión de aproximadamente 79 galones por segundo. Con ese ritmo se llenaría por completo una alberca olímpica en un par de horas con una manguera de jardín, lo que en la Tierra tomaría un par de semanas.
“La órbita de Encélado alrededor de Saturno es relativamente rápida, solo 33 horas. A medida que se mueve alrededor de Saturno, la luna y sus chorros están básicamente escupiendo agua, dejando un halo, casi como una rosquilla, a su paso”, comenta Villanueva.
“En las observaciones de Webb, no solo era enorme la columna de vapor, sino que había agua por todas partes”, agrega el investigador. Además, la describe como una dona o toroide que coincide con el anillo más externo y ancho de Saturno, el denso “anillo E”.
De acuerdo con los datos del Webb los astrónomos han calculado lo que pasa con el agua que expulsa Encélado. Aproximadamente el 30% se mantiene dentro del toroide. El otro 70% escapa y suministra agua al resto del sistema saturnino.
Encélado es un objetivo de exploración espacial. Es uno de los lugares más prometedores para encontrar rastros de vida en el sistema solar. Se planean algunas misiones para explorarlo pero en este momento el dispositivo ideal para observarlo es el Telescopio Espacial James Webb.
“Debido a la cobertura de longitud de onda de Webb y la sensibilidad, y lo que hemos aprendido de misiones anteriores, tenemos toda una nueva ventana de oportunidad frente a nosotros”, comenta Stefanie Milam del Centro de Vuelo Espacial Goddard, quien participó en el estudio.