Encuentran el primer exoplaneta con agua en su atmósfera a 111 años luz Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 septiembre, 2019
El agua es uno de los elementos indispensables para que exista vida como la conocemos. Aunque existe en buena parte del universo, requiere combinarse con otros elementos para sospechar que ahí existe vida. Condiciones como el tamaño, la distancia a su estrella y la composición química se combinan de formas que difícilmente se parecen a la Tierra. Recientemente la revista Nature Astronomy publicó un artículo en el que se describe a un planeta esperanzador en la tarea de buscar algo parecido a nuestro planeta, su nombre es K2-18 b.
En un lugar de la constelación de Leo
Hay mucho que decir sobre K2-18b pero comencemos visualizandolo. A 111 años luz, dentro de la constelación de Leo, se encuentra un planeta con 7.96 veces la masa de la Tierra (con un margen de error de 1.91), y un radio 2.279 veces mayor (con un margen de error de 0.0026). Realiza una órbita alrededor de su estrella en la zona habitable, esto quiere decir que está a la distancia correcta para conseguir una temperatura adecuada para tener agua líquida, o al menos similar a la Tierra; un rango entre -73 y 47 grados centígrados.
Su estrella es una enana roja, el tipo más común de entre las que conocemos. Sus características son muy distintas a nuestro sol amarillo. Este tipo de estrellas lanza llamaradas cada cierto tiempo y se creía que esto consumiría la atmósfera de sus planetas cercanos pero K2-18 b es la prueba de que no siempre pasa así. Podríamos decir que se ha encontrado una aguja en un pajar.
El descubrimiento se confirmó desde la Cámara de Campo Amplio 3 (WFC3, por sus siglas en inglés) del telescopio espacial Hubble. Los planetas similares al nuestro están en esa lista de pendientes. El tamaño y las propiedades de un exoplaneta en otro sistema solar son difíciles de captar con él, y aún así se logró. El telescopio espacial James Webb que promete salir al espacio en un par de años (2021), será mucho más potente y permitirá observar con más detalle estos planetas templados y pequeños.
Lo que se tiene ahora es una detección espectroscópica, así lo menciona el artículo publicado por Nature Astronomy. Lo que indican las observaciones es que hay vapor de agua en su atmósfera. Se trata de un planeta de silicato con H2O en su atmósfera. Se estima que la cantidad de agua es de entre 50% y 20%.
Un planeta con agua no es necesariamente un planeta con vida
Aún queda mucho por conocer del universo. En nuestro planeta el agua es un soporte indispensable para la vida pero no es el único elemento. El que haya una atmósfera con vapor de agua no garantiza que encontremos formas de vida como las que conocemos. K2-18 b es el primer planeta de un tamaño aceptable que tiene una atmósfera con agua pero hay muchas combinaciones posibles.
En otros planetas donde se ha encontrado agua las dimensiones hacen que la atmósfera sea más densa. Un planeta muy grande con agua no sería tan amable con organismos vivos como el nuestro. Aún cuando eso ocurriera, las condiciones de calor y radiación no serían las mismas. Otra variable es que es un cuerpo muy cercano a su estrella (entre 0.12 y 0.25 Unidades Astronómicas), su órbita sería similar a cuerpos como la Luna respecto a la Tierra que muestran siempre la misma cara, o Mercurio respecto al sol. Aún con el vapor de agua en la atmósfera podríamos encontrarnos ante un planeta con una mitad muy caliente y una muy fría sin condiciones para la vida como la conocemos.
Un nuevo planeta es una oportunidad para reimaginar el universo. Cada vez la tecnología nos permite acercarnos más. Dentro de un par de años el James Webb nos mostrará otros puntos del cosmos que por ahora somos incapaces de imaginar. Bien podríamos encontrarnos con planetas con condiciones adecuadas para la vida en donde únicamente logran desarrollarse bacterias u otros organismos difíciles de rastrear. Aún es pronto para enviar saludos a nuestros vecinos estelares.