Encuentran evidencia de un tsunami hace 3,600 años en Turquía Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
2 enero, 2022
Uno de los eventos más destructivos en el Mediterraneo del mundo antiguo fue la erupción de la isla de Thera, actualmente Santorini. A más de 160 kilómetros de distancia, en Çeşme-Bağlararası, en la costa de Turquía, fueron encontrados restos de un tsunami causado por esa misma explosión. Este evento ocurrió a finales de la Edad de Bronce y se recuerda como uno de los más destructivos en la historia de la humanidad. Se cree que tuvo influencia en relatos como el del hundimiento de la Atlántida que Platón narró casi un milenio después o las 10 plagas bíblicas (en una de ellas llueve fuego). Con todo esto, es una tragedia sobre la que no se conocían víctimas directas, aunque eso parece haber cambiado.
En busca de los rastros de tsunamis
A diferencia de otras catástrofes naturales, existen pocos registros históricos de tsunamis. Entre los rastros que podrían seguirse de ellos están edificios derrumbados o incendios pero estos fácilmente podrían haber sido provocados por terremotos o tormentas. A esto se suma que las pruebas desaparecen rápidamente, principalmente en entornos áridos, y ese es el caso del Mar Egeo, donde se ubica Çeşme-Bağlararası. Un artículo publicado recientemente en la Proceedings of the National Academy of Science of the United States of America (PNAS) describe la evidencia que un equipo de investigadores cree haber encontrado.
No se tienen cifras sobre las víctimas que pudo tener la erupción de Thera pero se compara con la del Krakatoa, en Indonesia, a finales del siglo XIX. En este último evento se calculan que 35 mil personas perdieron la vida. Si las dimensiones de la erupción de Thera a finales de la Edad de Bronce fueron similares tendría que haber restos regados por todas partes pero no es así.
Cuando se investigó esta gran erupción en el siglo XIX apenas se encontró a un hombre bajo escombros en el archipiélago de Santorini. Recientemente se ha puesto en duda que realmente haya perecido a causa de la erupción y se sospecha que pudo ser víctima de un terremoto. Entre las teorías que se barajan en este caso está que quizá hubo erupciones menores antes de la gran erupción y los habitantes de la zona escaparon antes, también pudieron sufrir incineración a causa de los gases calientes que expulsó, que en su mayoría murieron en el mar o que se les llevó a fosas comunes.
Beverly N. Goodman-Tchernov, del Departamento de Geociencias Marinas de la Universidad de Haifa en Israel, participó en el estudio. Para ella es probable que ya se hayan encontrado depósitos de tsunamis antes; sin embargo, los investigadores habrían sido incapaces de reconocerlos. Entre los restos clasificados de forma errónea estarían los de Thera. “Es muy posible que ya se hayan descubierto [otras] víctimas pero que no hayan sido necesariamente identificadas por estar asociadas a efectos secundarios o terciarios en la periferia de la erupción”, menciona la especialista.
Vasıf Şahoğlu, quien es arqueólogo de la Universidad Mustafá de Ankara en Turquía, dirige una excavación desde 2009. Al principio parecía un asentamiento costero ocupado desde mediados del tercer milenio hasta el siglo XIII antes de la era común. A diferencia de otros restos arqueológicos de la región, este no estaba bien conservado. Por el contrario, mostraba rastros de algún evento caótico, entre ellos están muros de fortificación derrumbados, capas de ceniza, amasijos de cerámica, huesos y conchas marinas. Tras llamar a diferentes especialistas, como Goodman-Tchernov, se llegó a la conclusión de que eran restos de un tsunami.
Los resultados indican que cuatro olas de aterrizaje de tsunamis llegaron a las costas de Çesme-Bağlararası en un periodo de días o cuando mucho semanas. Esto coincide con la erupción de Thera, que también ocurrió en cuatro fases. La forma en que se encontraron los restos hace creer que los supervivientes tuvieron tiempo para cavar en busca de víctimas y materiales de construcción. Cerca de uno de estos pozos, que se detuvo poco antes, se encontró uno de los cuerpos que se conservan del evento.
Los investigadores encontraron dos cadáveres en la excavación: un hombre y un perro. El humano era joven al momento de quedar sepultado, estaba sano y se encontraron indicios de traumatismo por un golpe contundente. Cerca de él, en una puerta derrumbada, estaba el perro. A partir de su estudio se podrá saber más sobre lo que pasó hace 3 mil 600 años en la costa de Turquía.
Muy lejos de Santorini, entonces Thera, se encuentran vestigios de lo que fue una de las explosiones volcánicas más fuertes de la historia. Se le reconoce una intensidad de entre 7 y 8 en el índice de explosividad volcánica, esto la colocaría al nivel de millones de bombas atómicas como las que cayeron sobre Hiroshima al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Este nuevo estudio incita a revisar nuevamente los restos arqueológicos en el Mar Egeo. Quizá ya se tiene evidencia de sobra y aún no se contabilizan los muertos de la erupción de Thera a finales de la Edad de Bronce. Otro aporte es que nos recuerda que fenómenos naturales como tsunamis están ahí aunque sean tan poco frecuentes y que a veces los olvidamos.