Es el momento de despedirnos del horario de verano Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 septiembre, 2022
El horario de verano fue una propuesta de Benjamin Franklin en 1784. El político estadounidense, que entonces era embajador, se lo propuso al gobierno francés para ahorrar energía y aprovechar la luz solar. El mundo era entonces muy distinto, la energía eléctrica aún estaba lejos de ser un bien de acceso público.
En México se estableció en 1996 por tres razones: para ahorrar energía, para que el horario coincidiera con el de Estados Unidos y para fomentar el turismo. Actualmente se discute su permanencia y ahora acaba de aprobarse su eliminación en nuestro país.
Los resultados de un cambio en el horario
El horario de verano es un asunto polémico. Las afinidades por mantenerlo o hacerlo desaparecer mantienen argumentos que en ninguno de los casos son definitivos. La discusión lleva años y en algunos países como México o Estados Unidos se debaten cambios en la forma en que se aplica; en nuestro país vecino incluso se considera la posibilidad de mantener el horario de verano de forma permanente.
Durante el horario de verano las mañanas son más oscuras y las tardes luminosas. Los defensores de este horario argumentan que de esta forma se ahorra energía y aumenta la productividad. Con más luz por la tarde las personas tienen más tiempo para actividades comerciales y así consumirán más. Entre los beneficios que se mencionan está la disminución en robos y accidentes vehiculares. Uno de los argumentos con sustento científico a favor remite a la salud mental. Un estudio hecho en Dinamarca en 2017 recuperó datos psiquiátricos de más de 185 mil personas entre 1995 y 2012 y concluyó que el cambio de estación al otoño en horario estándar aumentó los episodios de depresión en 11%, algo que no ocurrió en el cambio de invierno a primavera.
Por otro lado, los opositores al horario de verano cuestionan su efectividad para ahorrar energía. Un argumento científico en contra de este horario es que las mañanas iluminadas van de acuerdo con el ciclo natural de sueño, como refiere la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño. Uno de los riesgos del horario de verano es afectar los ritmos circadianos de las personas, lo que trae consigo problemas de salud. La producción de melatonina por la noche es un proceso que se ve afectado por la luz, por lo que las tardes luminosas complican conciliar el sueño y las mañanas oscuras dificultan el despertar. En 2019 un estudio sobre los efectos de la luz en extremos de un mismo huso horario mostró que ante una hora extra de luz por la noche se reducían 19 minutos de sueño, en promedio. Ante menos sueño aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardiacas y diabetes.
En México la propuesta de desaparecerlo proviene del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. No es la primera vez que se intenta, desde 2002 se han presentado 34 iniciativas de ley contra el horario de verano. Entre los argumentos de la actual administración contra este cambio bianual en el horario está su impopularidad, que alcanza 71% de la población mexicana, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación. Además, el ahorro energético es mínimo, desde la Secretaría de Energía se anuncia que desde 1996 el ahorro energético ha sido de apenas 1%. La propuesta acaba de pasar un proceso que incluyó su debate en el congreso.
El horario de verano se ha aplicado en nuestro país por poco más de un cuarto de siglo. Entre sus defensores se argumenta que es indispensable mantener la sincronización con Estados Unidos para fines comerciales. Los argumentos en contra se enfocan en los efectos sobre la salud de un cambio en el horario.
Con 445 votos a favor, 33 abstenciones y 8 en contra, los legisladores avalaron expedir la Ley de los Husos Horarios y abrogar la Ley del Sistema de Horario con lo qeu se elimina el horario de verano.