ESA contrata el primer servicio privado de limpieza espacial Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
3 diciembre, 2020
En portada: TheNewYorker
En los últimos años la iniciativa privada se ha interesado en la carrera espacial. Ejemplo de esto son las compañías de transporte SpaceX, Virgin Galactic o Blue Origin. Ahora es el turno de otra función indispensable: la limpieza. Cada vez son más los satélites en órbita que al terminar su vida útil se convertirán en basura. Además de obstruir la vista del cielo se convierten en un peligro para futuras misiones que son cada vez más propensas a chocar con basura espacial. Por esto, la Agencia Espacial Europea (ESA) ya ha firmado un contrato por 86 millones de euros con la compañía ClearSpace SA.
Una prueba para limpiar la órbita terrestre
2025 es la fecha pactada para la primera misión privada de limpieza espacial. Su nombre será ClearSpace-1 y tendrá como objetivo retirar a Vespa, un objeto de tamaño similar a un satélite pequeño que pesa 112 kilogramos. Entre las razones para comenzar con el retiro de este objeto está que su diseño es simple y su construcción robusta.
Vesa fue lanzado en 2013. Era la segunda ocasión en que se lanzaba al espacio y a partir de entonces se convirtió en basura espacial. Se mantiene en una órbita cementerio, a una altura de entre 801 y 664 kilómetros de altura, lo que es compatible con las Directrices para la Reducción de Desechos Espaciales.
Los ensayos de esta primera misión se harán en una órbita menor a 500 kilómetros de altura. Su tarea consiste en desorbitar a Vespa para hacerlo entrar en órbita, cuando lo haga también entrará en órbita para destruirse. En futuras misiones se apostará por objetos de mayor tamaño. También se considera hacer capturas multiobjeto.
La ESA supervisará y realizará algunas de las tareas necesarias para la misión. También se encargará de la adquisición de los aparatos iniciales y contribuirá con tecnologías clave para el vuelo. Entre ellas se encuentran sistemas de guiado, navegación y control avanzados, también inteligencia artificial basada en visión que permitirá un reconocimiento seguro del objetivo. Lo anterior se hará mediante el proyecto de Eliminación Activa de Desechos/Servicios en Órbita (ADRIOS, por sus siglas en inglés).
La tarea no será sencilla. “Pensemos que todas las capturas que han tenido lugar hasta ahora se han efectuado con objetos cooperativos y totalmente controlados”, comenta Jan Wörner, director general de la ESA. “Cuando hablamos de basura espacial, por definición, ese control es imposible: se trata de objetos a la deriva que a menudo van dando tumbos por el espacio”, agrega.
Se trata de un reto tecnológico, pero es necesario cumplirlo. Cada vez es más la basura espacial en órbita terrestre. “A velocidades orbitales, hasta un tornillo puede golpear con una fuerza explosiva que ni siquiera los diseñadores pueden considerar para proteger sus misiones; en su lugar, es necesario responder a esta amenaza mediante la retirada activa de los desechos espaciales”, explica Luc Piguet, fundador y CEO de ClearSpace.
ClearSpace-1 funcionará como un remolque de basura espacial. Utilizará 4 brazos robóticos para atraer la basura espacial. Después desviará su órbita para que se desintegre mientras cae hacia la Tierra. Finalmente, seguirá un camino similar al de su objetivo para desintegrarse.
La basura espacial es un problema cada vez más grande. Si no se atiende ahora pondrá el riesgo el avance de la carrera espacial. Ante este panorama recoger basura espacial se vuelve un buen negocio, tanto la ESA como la compañía suiza ClearSpace lo saben.