¡ESA lanza con éxito su primer vuelo de prueba de reentrada en la Tierra!
2 diciembre, 2015
De acuerdo al jefe de la campaña de lanzamiento, José María Gallego Sanz, el Vehículo Experimental Intermedio (IXV) es compacto a modo de un vehículo cápsula -como la nave rusa Soyuz- pero con la capacidad de maniobra del transbordador estadounidense (shuttle).
El lanzamiento se llevó a cabo desde la Guayana Francesa a las 10:40 hora local. El Vehículo despegó a bordo de un cohete Vega, del cual se separó a una altitud de 340km y continuó hasta alcanzar los 412km (más o menos la distancia a la que se encuentra la EEI). Al regresar de este camino suborbital registró una gran cantidad de datos de más de 300 sensores convencionales y avanzados. El vehículo espacial cayó en el Océano Pacifico a las 12:20, de acuerdo al plan inicial.
Mientras la nave de cinco metros de largo y dos toneladas descendía, tuvo que maniobrar para desacelerar de una velocidad hipersónica a una supersónica. La velocidad de entrada de 7.5 km/s a una altura de 120 kilómetros creó las mismas condiciones que las de un vehículo que regresa a la Tierra de una órbita baja.
En total fueron 100 minutos de operaciones en los que los miembros de la Agencia aguardaban con gran expectación el momento de la reentrada en la atmósfera.
Con esta prueba, Europa pretende abrir un nuevo capítulo para la Agencia. Es una nueva puerta para estudiar las nuevas tecnologías que puedan ser capaces de mandar misiones de regreso a la Tierra; recoger muestras de otros planetas y cometas y traerlas a la Tierra; devolver a la tripulación desde la Estación Espacial Internacional (EEI); reparar satélites averiados o retirar los que estén en desuso e incluso realizar vuelos de turismo espacial.
El costo de esta prueba fue de unos 150 millones de euros aproximadamente, además de los costos del lanzamiento del cohete Vega. Se espera que los resultados iniciales de la prueba se den a conocer dentro de seis semanas.
El espacio no deja de ser un lugar que guarda secretos ambiciosos, por lo que en la Tierra no cesa la necesidad de conquistarlo. Actualmente los estadounidenses desarrollan la cápsula espacial Orion, que pretende llevar a los seres humanos a destinos del espacio profundo como un asteroide, y eventualmente a Marte. Al mismo tiempo varias empresas privadas desarrollan alta tecnología para las naves y futuras misiones de la NASA.