Esta es Mimas, la luna de Saturno llamada “Estrella de la Muerte” Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
La fotografía, recién publicada por la NASA, fue capturada por la sonda espacial Cassini el 19 de noviembre de 2016, a una distancia aproximada de 85,000 kilómetros del satélite.
El enorme agujero que se aprecia del lado derecho tiene 130 kilómetros de ancho y es bien conocido como el cráter Herschel, nombre que se le dio en honor al astrónomo William Herschel, descubridor de Mimas en 1789.
Dentro del enorme cráter, que ocupa casi una tercera parte de la luna (de 369 km de diámetro), se puede observar una enorme montaña de 6 kilómetros de altura. Este cráter fue provocado por un violento impacto con un cuerpo de unos 5 kilómetros de diámetro, a una velocidad que se estima en más de 30 km por segundo. Fue un impacto tan fuerte y violento que estuvo a punto de destruir la luna por completo, ya que se puede observar una fractura hasta la cara opuesta del impacto, probablemente a causa de la onda de choque que debió atravesar completamente el satélite.
"Un impacto lo suficientemente grande podría romper una luna", escribieron hoy (13 de marzo) científicos de la NASA en una descripción de la foto. "Por suerte para Mimas, lo que creó Herschel no fue lo suficientemente grande para causar ese nivel de perturbación".
Mimas, cuyo nombre proviene de uno de los gigantes, hijo de Gea en la mitología griega, no es la única de las 62 lunas conocidas de Saturno que tiene un extraño o sorprendente parecido. Por ejemplo, los satélites Jápeto y Pan tienen crestas ecuatoriales que les dan figuras extrañas.
Cassini es una misión de 3,200 millones de dólares de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana. El próximo mes, la sonda, que empezó a orbitar el Señor de los Anillos en julio de 2004, comenzará la etapa final de su misión, que consta de 22 órbitas entre las nubes de Saturno y el anillo más interior del planeta.
El 15 de septiembre, Cassini se sumergirá deliberadamente en la espesa atmósfera de Saturno. Esta maniobra suicida está destinada a asegurar que la sonda no contamine a Titán o Encelado - dos lunas de Saturno que pueden ser capaces de soportar vida - con los perseverantes microbios procedentes de la Tierra.