Estos hábitats son los finalistas para el futuro colonialismo en Marte, la Luna o más allá Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
4 abril, 2019
Por: Luis Moctezuma
Desde 2015 la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA) realiza una competencia para elegir el diseño de los espacios para vivir en el espacio. El 3D-Printed Habitat Challenge consiste en crear albergues sustentables que usen recursos locales durante la exploración espacial. Los participantes deben mostrar sus habilidades en modelado de software, desarrollo de materiales y construcción.
En 2019 se desarrolla la última fase. Esta etapa, donde se confrontarán uno a uno los proyectos más viables, se dará en el mes abril y culminará en la primera semana de mayo. Aquí se elegirá a la opción más adecuada para condiciones de vida extremas fuera de nuestro planeta. Con estos hábitats se busca facilitar la exploración de lugares como la Luna, Marte u otros todavía más lejanos.
Modelos en 3D listos para la prueba final
En 2015, cuando comenzó el reto, los participantes propusieron diseños. Posteriormente, los competidores se enfocaron en la parte tecnológica, así como los materiales necesarios para la construcción de las estructuras; esta etapa concluyó en 2017. En la tercera fase, que consta de distintas etapas internas y se desarrolla actualmente, se pone a prueba la capacidad de construcción autónoma de estos hábitats.
Las diferentes etapas han permitido que algunos equipos entren o salgan, esto en función de las necesidades de cada una. Los primeros lugares en la fase anterior fueron: 1) SEArch+Apis Cor de Nueva York, 2) Zopherus de la ciudad de Rogers en Arkansas y 3) Mars Incubator de New Haven en Connecticut. Los equipos fueron seleccionados por un equipo de profesionales de la NASA y la Universidad de Bradley (de Peoria, Illinois).
Los premios se han ido elevando en las distintas etapas. En la primera se contó con un total de 50 mil dólares para los proyectos seleccionados, la segunda contó con una bolsa de 1.1 millones y en la tercera se distribuirán 2 millones en premios. Además del premio en efectivo, los ganadores habrán aportado la base de los futuros establecimientos humanos fuera de nuestro planeta.
Hasta ahora se tienen modelos virtuales de los posibles hábitats. Se trabaja ya en las versiones a escala para comprobar cuáles presentan mejores ventajas para la vida fuera de la Tierra. El primer lugar de la última fase hasta ahora pertenece al equipo SEArch+Apis Cor. Este consiste en estructuras tubulares reforzadas con aberturas que permiten la entrada de la luz desde arriba y los costados.
Por ahora no se tiene un ganador único. Ese lugar se disputará a principios de mayo; sin embargo, se perfilan competidores fuertes. El segundo lugar de la fase anterior es similar a una serie de graneros interconectados y pertenece al equipo Zopherus.
El tercer lugar de esta misma fase consiste en una serie de módulos construidos con paredes hexagonales que se conectan entre sí, similar al cuerpo de algunos insectos.
Como parte del reto, los diseños deben ser capaces de fabricarse a través de impresión 3D. Para edificarse en otros mundos (o satélites), contarán con poca o nula presencia humana, así que su capacidad para volverse tangibles mediante un dispositivo de impresión independiente es básico. Este reto que lanzó la NASA hace algunos años nos hace imaginar las posibilidades y limitaciones de intervenir en paisajes completamente distintos a los que estamos acostumbrados.
Una vez que el reto termine y exista un ganador pasará mucho tiempo para que la propuesta de hábitat llegue a sus destinos. Como todo proyecto científico de largo alcance el proceso de desarrollo será largo y requerirá una serie de pruebas que garanticen su correcta realización. Hace medio siglo, aproximadamente se propuso la construcción de un telescopio fuera de la atmósfera terrestre: el Hubble, hace 3 se convirtió en una realidad y hoy en día es una de las fuentes de información astronómica más importantes. Quizá en medio siglo o más, estos hábitats sean una realidad que nos muestre otros planetas desde la primera fila.