Extraña señal de radio recuerda a un latido de corazón Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 julio, 2022
En 2007 se reconoció la primera Ráfaga de Radio Rápida (FRB, por sus siglas en inglés). El 21 de diciembre de 2019 se recibió la más larga que se conoce hasta ahora. Los resultados de su análisis se publicaron recientemente en la revista científica Nature. Un detalle particular de esta señal es que presenta picos regulares, que recuerdan al latido de un corazón.
Un corazón que late en una galaxia lejana
Las FRB suelen ser flashes que duran apenas unos milisegundos. Provienen de galaxias a miles de millones de años luz. Su origen despierta aún muchas dudas entre la comunidad científica.
La señal que recibió el nombre FRB 20191221A tiene un par de particularidades, es muy larga y mantiene una frecuencia constante. Dura hasta tres segundos, lo que equivale a mil veces más que el promedio de las FRB y mantiene un patrón en que repite picos en las ondas de radio cada 0.2 segundos. Se compara a esta periodicidad con el sonido que hace un corazón al latir.
Un equipo de investigadores, en su mayoría del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y algunos de otros centros de investigación, estudiaron a FRB 20191221A. Por ahora no se tiene claro cuál es el origen de la señal, se sospecha que pudo formarse a partir de un pulsar de radio o un magnetar. En ambos casos se trata de estrellas de neutrones que son los restos de estrellas gigantes que colapsaron, son altamente densas y giran rápidamente.
“No hay muchas cosas en el universo que emitan señales estrictamente periódicas. Los ejemplos que conocemos en nuestra propia galaxia son los púlsares de radio y los magnetares, que giran y producen una emisión similar a la de un faro. Y creemos que esta nueva señal podría ser un magnetar o púlsar con esteroides”, explica Daniele Michilli del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT, quien participó en la investigación.
Los investigadores esperan detectar otras señales periódicas de esta fuente. Con más FRBs constantes sería posible hacer mediciones espaciales, podrían usarse como relojes astronómicos. Mientras el universo sigue expandiéndose estas señales serían capaces de ayudarnos a medir el ritmo en que lo hace.
La señal se recibió originalmente en el radiotelescopio del Experimento Canadiense de Mapeo de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME). Inmediatamente llamó la atención de los astrónomos. “Era inusual. No solo era muy larga, con una duración de unos tres segundos, sino que había picos periódicos que eran notablemente precisos, emitiendo cada fracción de segundo -pum, pum, pum- como un latido del corazón. Es la primera vez que la señal en sí es periódica”, recuerda Michilli.
“El CHIME ha detectado ahora muchas FRB con diferentes propiedades. Hemos visto algunos que viven dentro de nubes que son muy turbulentas, mientras que otros parecen estar en ambientes limpios. Por las propiedades de esta nueva señal, podemos decir que alrededor de esta fuente hay una nube de plasma que debe ser extremadamente turbulenta”, detalla Daniele Michilli.
Por ahora quedan muchas preguntas alrededor de FRB 20191221A. Es una señal muy diferente a lo que se conocía hasta ahora y encontrar más de este tipo sería útil para el estudio del cosmos.
Las FRBs son fenómenos astronómicos que se conocen desde hace poco. Aún queda mucho por aprender de ellos. Mientras tanto, nos siguen sorprendiendo con sus distintas formas.