Galileo Galilei, un pionero en el estudio del espacio Copiar al portapapeles

Hace 459 años, el 15 de febrero de 1564, nació uno de los pilares de la ciencia: Galileo Galilei. El mundo era muy diferente a como lo conocemos hoy. Las ideas se demostraban únicamente con argumentos lógicos, se aceptaba que la Tierra era el centro del universo y contradecir la verdad impuesta por la iglesia era impensable. Galileo vino a cambiar mucho de eso y, a varios siglos de distancia, la forma de ver el mundo y el universo se parece más a las explicaciones que él encontró que a las que le fueron impuestas.

Y sin embargo…

Su frase más famosa la dijo al finalizar el juicio en su contra donde debió retractarse de sus descubrimientos. “E pur si muove”, que en español sería "y sin embargo se mueve". Hace referencia a que la Tierra no permanece estática en el centro del universo, sino que gira al rededor del Sol. En vida apoyó al modelo heliocéntrico de Johannes Kepler. Por este motivo fue llevado a juicio por la Santa Inquisición. Para salvar su vida aceptó públicamente que se había equivocado.

Se le considera padre de la astronomía y de la física modernas, así como de la ciencia. Entre los logros que se le reconocen está la mejora del telescopio para uso científico y la refutación a la idea aristotélica de que la velocidad de caída de los cuerpos depende de su peso. Para desarrollar sus ideas recurrió a lo que ahora conocemos como método científico y, aunque ha sido puesta en duda la veracidad de sus experimentos, sentó las bases para el conocimiento científico actual.

Aunque sea una figura icónica de la ciencia moderna, sus propuestas no han estado libres de critica. Durante el siglo XX se cuestionó la existencia de sus experimentos. Ejemplo de esto es Alexandre Koyré, quien fue un historiador científico. Entre las inconsistencias que encontraba Koyré estaba que los experimentos con los que se habría experimentado la aceleración de los cuerpos en caída libre habrían sido imposibles con la tecnología del siglo VXII, lo que haría que las conclusiones fueran deductivas y los experimentos sólo una ilustración. Sin embargo, para la década de los 60 se probó nuevamente los experimentos tal como Galileo los describe; los resultados fueron consistentes. Posteriormente, la aparición de documentos inéditos de Galileo confirmaron dichos experimentos.

La historia de vida de Galileo tiene muchas anécdotas. Estudió medicina por sugerencia de su padre, pero nunca se tituló. También influido por la figura paterna practicó la música, tocaba el laúd. Construyó el termoscopio, un antecedente del termómetro. Se interesó en las matemáticas, la filosofía y la literatura. Dio clases particulares en Florencia y Siena, también fue profesor regular en las universidades de Padua y Bolonia. Se cuenta de él que hacía demostraciones de caída libre desde la torre de Pisa, demostrando que Aristóteles se equivocaba sobre la aceleración de los cuerpos de acuerdo a su material.

Sobre la torre de Pisa hay más anécdotas que documentos que lo confirmen. Lo que sí se conoce de manera tangible es su plano inclinado, con el que mostraba el movimiento de bolas y el efecto de la fricción, aquí se apoyaba con un reloj de agua. Para Galileo el mundo podía explicarse matemáticamente, algo que ahora nos parece razonable pero fue revolucionario en su momento. Para Galileo la experimentación era indispensable y así lo demuestran sus descubrimientos. En una época en que la ciencia depende fuertemente de las simulaciones, su método parece rudimentario. No hay que olvidar que, al igual que la Tierra, la ciencia también se mueve, y que ya ha avanzado mucho desde la época en que vivió Galileo.