Hipocampos, anguilas y tiburones venenosos descubiertos en el Támesis Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
17 noviembre, 2021
Londres es una de las ciudades más famosas del mundo. Es conocida por el palacio de Buckingham, el Ojo de Londres y el Big Ben. Pero también es muy conocida por el río que la cruza, el Támesis. Un río de 364 kilómetros de largo que ha sido fuente de agua y alimentos para la capital inglesa durante siglos y que hoy contiene una fauna bastante exótica.
Luego del inicio de la Revolución Industrial en el siglo XVIII, el Támesis comenzó un proceso de contaminación que no pudo ser detenido durante más de dos siglos. En 1957, este río fue declarado biológicamente muerto debido a la baja concentración de oxígeno y los altos niveles de contaminación, por lo que se pensaba que nada podría vivir en sus aguas.
La vida se abre camino
Pero ahora un nuevo informe sobre el estado del Támesis que ha realizado la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL por sus siglas en inglés), ha revelado algo sorprendente: la fauna ha regresado al río que divide en dos a Londres, y no te imaginarías ni por un segundo lo que se ha encontrado en su cauce; focas, hipocampos y hasta tiburones venenosos.
Al parecer, luego de años de esfuerzos por limpiarlo, el Támesis posee hasta 115 especies diferentes de fauna marina, así como 92 especies de aves. Anguilas, caballitos de mar, una variedad de peces, focas y tres diferentes especies de tiburones, entre ellas el mielga (squalus acantonas), que cuenta con espinas venenosas en sus aletas dorsales, han sido encontrados a lo largo de su recorrido.
El reporte, que se realiza desde el año 2003, considera que la fauna comenzó a regresar al río a mitad de los años noventa debido a que la concentración de oxígeno cada vez es mayor y la contaminación ha disminuido, gracias a las medidas tomadas por el gobierno inglés.
El día de hoy, las aguas del Támesis son habitables para la fauna y a pesar de que aún cuenta con problemas de contaminación química y de microplásticos, la naturaleza ha reclamado lo que por derecho siempre ha sido suyo y hoy el cauce del río más importante de Inglaterra rebosa de vida.