¿Hubo cambios climáticos que obligaron a evolucionar al ser humano? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
por: Luis Moctezuma
Sabemos, o creemos saber, que para que el hombre apareciera tal como lo conocemos hoy pasaron muchas generaciones de ancestros. Parece hasta cierto punto natural que con el tiempo los homínidos africanos hayan desarrollado ciertas habilidades y una base simbólica para organizarse socialmente. Un grupo de 3 artículos publicados el 15 de marzo por la revista Science nos llevarón a reconsiderar la forma en que el ser humano comenzó a comportarse como tal.
Los restos de Homo Sapiens más antiguos que se conocen tienen cerca de 300 mil años de antigüedad. Estos restos arqueológicos encontrados en Marruecos hace algunos años coinciden con una serie de cambios en el entorno africano de esa época. Al parecer, los homínidos de esa época vivieron cambios drásticos que los obligaron a cambiar su estilo y ritmo de vida.
Distintos climas, muchas necesidades
Aproximadamente medio millón de años antes de este momento en que aparecieron los primeros Homo Sapiens hubo una serie de cambios drásticos en el entorno africano. Por momentos el territorio presentaba planicies secas, en otras ocasiones las llanuras se inundaban y en ocasiones había grandes terrenos llenos de hierba. Adaptarse a estos cambios no fue fácil. En este proceso desaparecieron animales de gran tamaño como caballos o elefantes y otros se vieron obligados a adaptarse.
Entre los hallazgos de una de las investigaciones publicadas, liderado por Richard Potts, se menciona el cambio en el tipo de herramientas. Se dejaron de lado las grandes armas y empezaron a usarse otras más finas y de materiales diversos. Destaca la presencia de piedras de obsidiana provenientes de territorios alejados. Esta investigación se hace sobre restos encontrados en la Cuenca Olorgesailie en Kenia y las obsidianas que provenían de terrenos con al menos 90 km de separación.
El cambio constante en el clima obligó a mejorar las armas pero posiblemente la transformación más significativa fue en la parte social. Una de las posibilidades que se barajan es que se hayan realizado operaciones comerciales con otros grupos. La presencia de restos de obsidiana que no fueron usados en herramientas o armas refuerza esta idea. Entre los detractores de esta tesis se comenta que estas herramientas podrían no pertenecer a este periodo.
Además de un comercio incipiente se hace presente el uso de colores, lo que hace pensar en una comunicación simbólica. Esto se menciona en la investigación coordinada por Alison Brooks que estudia el mismo periodo. Entre los restos aparecen piedras verdes, marrones y blancas. Se considera que estas pudieron usarse como símbolo de estatus entre los habitantes de el norte de África hace 300 mil años. Los detractores mencionan que estos colores pudieron adquirirse de forma natural, sin intervención humana y posiblemente sin ningún efecto simbólico en sus propietarios.
Socialización y tecnología hace 300 mil años
Al analizar los restos antiguos, nuestra forma de ver el pasado cambia. Si bien es cierto que la presencia de piedras de colores no garantiza que, en efecto, nuestros antepasados se comunicaran de forma similar a la nuestra, es una posibilidad que podremos explorar en los próximos años. Lo mismo pasa con el comercio, que haya restos de materiales lejanos no garantiza que hayan existido grupos especializados en transportar materiales de un lugar a otro.
La última investigación, a cargo de Alan Deino, analizó la edad las herramientas encontradas en la Cuenca Olorgesailie en Kenia. Los métodos que existen actualmente permiten hacer una medición confiable sobre la edad de los restos antiguos. Para el grupo de investigadores que analizó estas herramientas su edad es de entre 320 y 305 mil años de antigüedad.
El proceso de investigación será largo. No existe una forma de confirmar que realmente esos primeros Homo Sapiens del norte de África hayan desarrollado herramientas nuevas y las comercializaran a causa de los cambios en el clima. Lo que sí sabemos es que los restos están ahí y posiblemente habrá más que nos ayudarán a visualizar la forma en que nació la especie a la que pertenecemos.
Actualmente la tecnología y el comercio son una necesidad, así como la comunicación a partir de símbolos como colores o palabras. Si los primeros humanos lo hicieron por una necesidad de su entorno es, por ahora, una especulación, lo que sí es un hecho es que lo conseguimos en algún punto de nuestra historia y se volvió intrínseco a la naturaleza humana. La exploración y análisis del continente en que apareció nuestra especie nos permitirá conocer mejor nuestro pasado para comprender lo que somos hoy en día.