¿Huracanes en enero? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
La tormenta tropical Pali se formó en el Pacífico el 7 de enero, y con vientos de 157 km/h y ráfagas de 195 km/h se convirtió en huracán el 11 de enero. Pali pasó a la historia como el huracán más temprano en formarse; 19 días antes que el anterior poseedor del récord, el Huracán Ekeka de 1992.
Según los expertos, dos factores impulsaron esta inusual tormenta. Los vientos y las cálidas aguas resultado del fenómeno El Niño y la Oscilación Madden-Julian (movimiento hacia el este de la nubosidad y de las lluvias a lo largo del Ecuador).
Afortunadamente Pali no afectó las zonas pobladas y después de degradarse a depresión tropical, la NOAA confirma que se ha disipado.
Por otro lado, en el Océano Atlántico, el sistema de baja presión 90L se desarrolló rápidamente desde el 13 de enero y se convirtió en el huracán Alex el 14. Con vientos sostenidos de 140 km/h arribó al sur de las islas Azores de Portugal, levantando alertas de huracán para la mayoría de las islas.
La NOAA anunció esta mañana que Alex se debilitó a tormenta tropical, mientras se aleja de las Azores. El Servicio Meteorológico de ese lugar ha descontinuado la advertencia de huracán y tormenta tropical para las islas.
Pero Alex también ha pasado a la historia. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Alex es el primer huracán que se forma en el Atlántico en enero desde 1938. Y también el primer huracán del Atlántico Norte que se desarrolla en este mes desde Alicia, que comenzó como un sistema de baja presión el 30 de diciembre de 1954 y continuó como huracán a principios de enero de 1955.
Lo extraño de Alex -y lo que trae locos a los científicos- es que las tormentas tropicales se desarrollan en aguas cálidas, cuando las temperaturas superficiales del mar están por arriba de los 26 ° Celsius, algo inesperado en el Atlántico Norte en pleno invierno. Este año, sin embargo, la temperatura del agua del Atlántico es inusualmente cálida (entre 0.5° y 1° por encima de lo normal), lo que ayudó a la formación de Alex.
El contraste entre las aguas cálidas del océano y el aire frío a gran altura crea un canal de baja presión que fomenta el desarrollo de la tormenta.
De acuerdo a Scott Braun, meteorólogo de la NASA “"La diferencia de temperatura entre la superficie y los niveles superiores era lo suficientemente fuerte como para crear una inestabilidad convectiva".
Mientras que algunos científicos lo relacionan con el actual –y muy poderoso- fenómeno del Niño y el cambio climático, otros especialistas señalan que es difícil relacionar eventos específicos con éstos fenómenos.
No obstante, con varios meses del 2015 rompiendo récords de temperatura, y el actual fenómeno del Niño que pudiera figurar entre los más –si no es que el más- poderosos registrado hasta el momento, todo apunta a que el 2015 será el año más caliente en la historia.
Y en un mundo cálido como el actual, los comportamientos anómalos en diferentes regiones del mundo son más frecuentes y quizá hasta pudieran convertirse en lo normal.
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Fuentes: NASA1; NASA2; Earth Observatory, NASA; IBT; WXshift