¿Islandia se prepara para una erupción volcánica? Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
16 marzo, 2021
Existen fenómenos naturales que aún no es posible predecir; sin embargo, existen algunos indicios. La gran actividad volcánica registrada en Islandia durante las últimas semanas hace pensar que próximamente habrá una erupción volcánica. El epicentro es la ciudad de Grindavik.
Desde el 24 de febrero han ocurrido al menos 40 mil sismos; con esta cifra, en apenas unas semanas ya se superó el registro sísmico de todo el año anterior. Tan solo más de 800 se han registrado este 16 de marzo desde la medianoche, el más grande de M3.4 a las 08:36h.
Esta ciudad está ubicada en la Península de Reykjanes, 27 kilómetros al sudoeste de Reikiavik, la capital islandesa.
Mucha actividad sísmica y poco sueño
La Península de Reykjanes es una región con actividad sísmica y volcánica. Los movimientos son algo común para los habitantes, aunque la frecuencia si va más allá de lo que acostumbran. Islandia se ubica entre las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica que se mueven en direcciones contrarias. Anualmente se desplazan 2 centímetros en promedio.
Durante 8 siglos la Península de Reykjanes se ha mantenido en calma, al menos para su potencial. Hace 15 meses la situación comenzó a cambiar y se ha acentuado en las últimas semanas. La actividad sísmica se considera un adelanto de la salida de lava hacia la superficie, se estima que las fisuras podrán alcanzar de 20 a 100 metros de altura.
La intensidad de los sismos ha hecho dudar a pobladores y especialistas sobre lo que podría ocurrir. Una erupción volcánica está entre las posibilidades más populares. De acuerdo a la información que se tiene sobre ciclos anteriores de actividad volcánica en la región, es posible que la Península de Reykjanes tenga una gran actividad volcánica durante el próximo siglo.
“Vives en un país que es muy activo y es algo que la gente tiene que afrontar”, explica Thorbjörg Ágústsdóttir, quien es sismóloga en Iceland GeoSurvey. Aún así, los pobladores de la zona han tenido que alejarse para conciliar el sueño. Casas de verano, habitaciones de hotel en la capital o visitas familiares lejos de la zona de actividad sísmica han sido soluciones que los habitantes de Grindavik han encontrado para lograr el descanso nocturno.
El 3 de marzo se detectaron señales acústicas relacionadas con movimiento de magma cerca de la corteza. Esta actividad se reconoció entre la montaña Fagradalsfjall y el sistema volcánico Krýsuvík-Trölladyngja. En esa zona se reconocen fisuras cerca del suelo, mismo que se deformó por el paso de la roca fundida. Esta señal dejaría claro que habrá una erupción volcánica pero hasta ahora no ha ocurrido.
De acuerdo a Sigurjón Jónsson, quien es geofísico de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá en Arabia Saudí, el escenario podría no ser catastrófico. Para este especialista, lo más probable es que el flujo de lava disminuya lentamente y pare. Por ahora no se tiene claro lo que ocurrirá, la última gran erupción en la Península de Reykjanes ocurrió hace 8 siglos, poco después de que Islandia comenzó a poblarse. No existen registros de la época, así que no se sabe cómo actuarán sus volcanes.
En febrero comenzó la racha de sismos que se mantiene hasta ahora. El primero que despertó la alarma fue de magnitud 5.7. En casi 100 años no había ocurrido una secuencia de terremotos tan intensa en la zona, de acuerdo a Jónsson.
Se estima que de haber erupciones no se tratará de una, sino de varias. Ninguna será cercana a las ciudades de la región. De acuerdo con Dave McGarvie, quien es vulcanólogo de la Universidad de Lancaster en Reino Unido, posiblemente estamos ante el próximo periodo de creación de vías para la salida de magma a la superficie.
Islandia se ubica al norte de la dorsal mesoatlántica. Esta línea divisoria de placas tectónicas es una grieta en el fondo marino que libera magma y de esta forma crea nueva corteza oceánica cuando se enfría. La mayor parte está sumergida, con Islandia como una excepción. Los registros geológicos indican que cada 8 siglos la fisura crece acompañada de mucha actividad tectónica.
No existe garantía sobre lo que pasará en Islandia. Los habitantes están acostumbrados a la actividad sísmica. Ya se planean alternativas de evacuación en caso de erupciones como el uso de botes en caso de obstrucción de carreteras. Si ocurren erupciones McGarvie promete que “las personas la disfrutarán, verán la colada de lava con las auroras boreales detrás”.