Japón volverá a cazar ballenas con fines comerciales Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Luis Moctezuma
Desde 1986 la caza de ballenas tiene una moratoria por parte de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Japón ha buscado de muchas formas continuar con la caza de cetáceos. En los últimos años se ha amparado en una excepción que permite atrapar a estos gigantes marinos con fines científicos. Finalmente ha decidido dejar de ocultar su cacería y volver a realizarla abiertamente con fines comerciales.
La respuesta japonesa a un mandato internacional
Japón ha intentado durante mucho tiempo que se reconsidere la moratoria sobre la caza de ballenas. Su último intento fue en septiembre de este año en la reunión plenaria de la CBI en Brasil. Con un documento llamado “El camino a seguir” Japón proponía una cacería sostenible de los cetáceos. Su argumento principal era que las poblaciones de ballenas en el mundo ya se habían recuperado desde que se estableció la moratoria.
La propuesta japonesa fue rechazada por la CBI. Con una votación de 41 votos en contra, 27 a favor y 2 abstenciones, la propuesta fue desechada. Ante esta negativa internacional Japón amenazó con dejar abandonar a la CBI y ahora se ha decidido a cumplirlo. Para actuar libremente, el gobierno nipón ha decidido abandonar al organismo internacional el próximo año.
La fecha oficial para esta retirada es el 30 de junio de 2019. Esto permite que a partir de julio de este año deje de atender a la moratoria internacional y atrape ballenas libremente con fines comerciales. Entre las condiciones que ha establecido Japón está que se restringirá a sus aguas territoriales y su zona económica exclusiva. Dejando así de atrapar cetáceos en el océano Antártico y el Pacífico Norte.
Una cacería tradicional
Las reacciones internacionales han sido de rechazo inmediato. Naciones como el de Australia y Nueva Zelanda ya expresaron su opinión al gobierno japonés. Mientras el gobierno australiano expresó que está “extremadamente decepcionado”, desde Nueva Zelanda se ha calificado a la caza de ballenas como “una práctica anticuada e inútil”. Por su parte Japón ha insistido en que respetará las cuotas de captura con base en el método de la CBI.
Para el gobierno japonés la caza de ballenas es un asunto prioritario. Han prometido que se limitarán a algunas especies; no se tiene una lista definida pero en comunicados pero las acciones previas de japón indican que la Minke que han cazado por años con fines “científicos” seguirá siendo su presa. El consumo de carne de ballena se ha reducido en los últimos años; sin embargo, es una lucha que mantienen los grupos conservadores.
La caza de cetáceos es parte de la cultura japonesa. Entre las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado la carne de ballena era la más consumida en el país del sol naciente. Con el tiempo esto ha cambiado y apenas representa el 0.1% del consumo de carne en Japón, según datos del diario local Asahi. Para Yoshihide Suga, Secretario del Gabinete japonés, se busca defender la riqueza cultural con la esperanza de que “esta decisión permita transmitirla a la próxima generación”.
Japón no es el único país que caza ballenas. Naciones como Noruega o Islandia también tienen una tradición ballenera y se han mantenido al margen de la CBI. En los últimos años la carne de ballena ha dejado de ser un insumo básico para sus poblaciones y su consumo ha disminuido. Mucha de la carne que se consigue en otros países se exporta a Japón ya que la población local está dejando de comerla. Aún las leyes de la oferta y la demanda tienen una batalla difícil contra la tradición de atacar a los cetáceos.