Juno, la nave espacial de la NASA, está a punto de llegar a Júpiter Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
La misión, que costo 1,100 millones de dólares, fue lanzada en Agosto del 2011. La nave anunciará su llegada con la más simple de las señales de radio: un pitido de 3 segundos.
"Es un momento emocionante y tensionante a la vez", dijo el investigador principal de Juno de Scott Bolton. "Hay muchos riesgos potenciales; escombros, el ambiente de radiación, el ambiente magnético. Hay un montón de maniobras complicadas que la nave tiene que hacer."
El objetivo principal de la nave espacial será determinar cómo se formó Júpiter. Júpiter tiene más materia y masa que todos los demás planetas juntos, por lo que para comprender el origen y la formación del sistema solar es importante averiguar cómo fue que Júpiter, tras la formación del sol, se quedó con la mayor parte de los residuos.
La misión no será fácil. Para realizar los experimentos necesarios, Juno tendrá que volar dentro de la atmósfera de Júpiter, un lugar que es bastante hostil. Una vez ahí, Juno experimentará inmensas presiones debido a la rápida rotación del planeta -un día en Júpiter es de sólo 10 horas terrestres- que crea un campo magnético potente, junto con niveles extremadamente altos de radiación y presión atmosférica. De hecho, la NASA señala que el ambiente de Júpiter, lleno de radiación, es el más hostil en el sistema solar.
“Durante la misión, Juno va a estar expuesta al equivalente de más de 100 millones de radiografías dentales", dijo el director del proyecto de Juno, Rick Nybakken.
"Sin embargo, estamos listos. Hemos diseñado una órbita alrededor de Júpiter que reduce al mínimo la exposición al severo ambiente radioactivo de Júpiter. Esta órbita permite que podamos sobrevivir el tiempo suficiente para obtener los datos científicos por los que hemos viajado tan lejos."
La buena noticia es Juno está blindada como un caballero preparado para la batalla cósmica desde sus cables hasta sus sensores. Pero la pieza más importante de la protección es su "bóveda de titanio”, que cuenta con su propia computadora central.
Esta bóveda de titanio pesa aproximadamente 181 kilogramos y reducirá 800 veces la cantidad de radiación a la que estarán expuestos los instrumentos. A pesar de ello, la cantidad de radiación todavía tendrá sus consecuencias, teniendo en cuenta que la nave operará sólo por aproximadamente 20 meses antes de que se apague.
Una vez en Júpiter, Juno espera llevar a cabo 37 encuentros cercanos, recogiendo datos valiosos para los investigadores aquí en la Tierra. Si todo va bien, Juno explorará el gigante gaseoso más cerca que cualquier otra nave espacial en la historia, incluida la nave Pioneer 11 de 1974.
Los instrumentos científicos de la nave mapearán el planeta, analizarán la composición de la atmósfera para determinar la cantidad de agua presente y medir los campos magnéticos y gravitacionales de Júpiter, para ayudar a los científicos a averiguar si existe un núcleo de elementos pesados ??sólidos en el centro del planeta, como existe en Saturno. 33 de las 37 órbitas polares, se desplazarán a lo largo de diferentes longitudes para crear un mapa detallado del mayor planeta de nuestro sistema solar. Juno estará volando mucho más bajo que Galileo, el orbitador que rodeó Júpiter entre 1995 y 2003.
A medida que Juno hace su acercamiento inicial, las cuatro lunas más grandes del planeta gigante -Io, Europa, Ganímedes y Calisto- se vuelven visibles. La siguiente imagen fue tomada por el instrumento JunoCam el 21 de junio, a una distancia de 10.9 millones de km de Júpiter.
Aunque las naves son muy diferentes en apariencia, gran parte de la electrónica y la programación de Juno se basan en el diseño de la nave Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), una nave espacial anterior también construida por Lockheed Martin. "Solamente está configurada de un modo diferente" Guy Beutelschies, el director de misiones interplanetarias en Lockheed Martin, dijo en una entrevista.
A diferencia de las misiones anteriores en el sistema solar exterior, Juno es alimentada por luz solar, no plutonio. Tres paneles solares de 30 pies de largo con un total de 18,698 celdas solares recogen la tenue luz del sol para producir alrededor de 500 watts.
Incluso si todo sale de acuerdo al plan, la misión no durará mucho más de los 20 meses previstos debido a la radiación a la que la nave estará expuesta.
En febrero de 2018, la nave espacial pondrá fin a su vida con una inmersión espectacular en la espesa atmósfera de Júpiter. Esta maniobra suicida tiene por objeto garantizar que Juno no contamine ningún océano que albergan las lunas de Júpiter, sobre todo Europa, que es considerada como una de las mejores apuestas del sistema solar para albergar vida extraterrestre con los microbios de la Tierra.
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Fuentes:
NASA; Popular Mechanics; Science Alert;