Juno, la nave que está cambiando nuestra perspectiva del cosmos Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
7 mayo, 2016
El mismo Júpiter pareció recibir a la nave espacial con tremendo gusto. Hermosas auroras de color azul brillante se pudieron observar en sus dos polos el día de su llegada. Las auroras ya habían sido fotografiadas antes, pero un mes de observación diaria por el telescopio Hubble permitió a los científicos hacer un video mostrando su evolución.
Las auroras de Júpiter, que cubren una gran parte de sus polos son cientos de veces más poderosas que las auroras de la Tierra. Las auroras de la Tierra se crean cuando las partículas cargadas del sol (llamadas viento solar) interactúan con el campo magnético y la atmósfera de la Tierra. En Júpiter, las auroras no sólo se crean por las partículas energéticas del sol, sino también de una de las lunas del planeta, Io. Júpiter tiene un campo magnético muy fuerte, y, a diferencia de la Tierra, las auroras en Júpiter no se detienen nuca.
Pero esto no es todo lo que la llegada de Juno nos ha regalado. La nave también nos ha brindado una nueva perspectiva del cosmos.
En las semanas previas de su llegada, Juno capturó un impresionante vídeo de las cuatro lunas galileanas - Calixto, Europa, Ganímedes e Io. El vídeo de Juno nos muestra como nunca antes, lo que hace más de 400 años demostró el famoso astrónomo italiano Galileo Galilei. En 1610, a través de mirar su movimiento durante varias noches, Galileo descubrió que las lunas que posteriormente recibieron el nombre de galileanas, orbitan el planeta Júpiter.
Más de 13 años pasaron desde que se planeó la misión Juno hasta su llegada a Júpiter. La nave se encargará de estudiar el planeta a detalle para brindar a los científicos una mejor idea del planeta, su ambiente y la historia de su formación. Entender esto puede proporcionar a los científicos el conocimiento necesario para comprender el origen de nuestro sistema solar y los sistemas planetarios alrededor de otras estrellas.
Juno es la segunda misión de largo plazo a Júpiter, después de la nave espacial Galileo de 1990 y 2000. Sin embargo, la misión de Juno está prevista para que dure un periodo más corto, ya que el objetivo actual es terminar en febrero de 2018.
No será una misión fácil, la NASA señala que el ambiente de Júpiter es el más hostil del sistema solar. Juno experimentará inmensas presiones debido a la rápida rotación del planeta -un día en Júpiter es de sólo 10 horas terrestres- que crea un campo magnético potente, junto con niveles extremadamente altos de radiación y presión atmosférica.
Juno está blindada como un caballero preparado para la batalla cósmica desde sus cables hasta sus sensores. Pero la pieza más importante de la protección es su "bóveda de titanio”, que reducirá 800 veces la cantidad de radiación a la que estarán expuestos los instrumentos.
A diferencia de las misiones anteriores en el sistema solar exterior, Juno es alimentada por luz solar, no plutonio. Tres paneles solares de 30 pies de largo con un total de 18,698 celdas solares recogen la tenue luz del sol para producir alrededor de 500 watts.
Incluso si todo sale de acuerdo al plan, la misión no durará mucho más de los 20 meses previstos debido a la radiación a la que la nave estará expuesta.
En febrero de 2018, la nave espacial pondrá fin a su vida con una inmersión espectacular en la espesa atmósfera de Júpiter. Esta maniobra suicida tiene por objeto garantizar que Juno no contamine ningún océano que albergan las lunas de Júpiter, sobre todo Europa, que es considerada como una de las mejores apuestas del sistema solar para albergar vida extraterrestre con los microbios de la Tierra.