La cuarta entrega de la saga Jurassic Park se ha convertido en la primera película en recaudar más de 500 millones de dólares en su primer fin de semana -Harry Potter y las Reliquias de la Muerte establecían el récord anterior con 487 millones en el 2011-.
La película ha logrado mantener a los espectadores y a la mayoría de los críticos de su lado, con sus emocionantes escenas y efectos especiales, pero desafortunadamente no cumple con las expectativas de todos los científicos, quienes señalan que la película no ha logrado ponerse al día en cuánto a los nuevos descubrimientos en esta área.
Apariencia física
Un modelo de un velociraptor del American Museum of Natural History.
Crédito D. Finnin / American Museum of Natural History
Los científicos han sabido por décadas que los dinosaurios están relacionados con las aves que vemos hoy en día. Así es, las aves son descendientes de los dinosaurios, y muy probablemente ellos también estaban cubiertos en plumas.
Anteriormente se creía que sólo un grupo de dinosaurios -los terópodos- contaban con esta apariencia plumífera. Pero recientes estudios sugieren que es probable que no sólo los terópodos, sino todos los dinosaurios tuvieran algún tipo de plumas.
Además del plumaje, los recientes descubrimientos indican que los dinosaurios pudieron haber tenido otros colores además del clásico verde y marrón, con los que se han dado a conocer. Esto, luego de que un grupo de investigadores detectara melanosomas en sus plumas. Los melanosomas son pequeñas estructuras celulares que contienen un pigmento llamado melanina y tienen la clave para determinar el color.
¿Es posible traer a los dinosaurios de nuevo a la vida?
La película original, basada en una novela de Michael Crichton, se basa en la idea de que el ADN de los dinosaurios puede obtenerse a través de la sangre de mosquitos que quedaron atrapados en ámbar poco después de picar a los dinosaurios.
Algunos científicos han señalado que adquirir sangre de dinosaurio a partir de insectos petrificados sería prácticamente imposible. El tiempo que ha transcurrido desde que los dinosaurios habitaron el planeta hasta nuestros días ha sido demasiado, por lo que las moléculas se habrían descompuesto hace ya mucho tiempo.
Sin embargo, esta idea ahora ha sufrido modificaciones; la ciencia ha avanzado mucho en las últimas décadas y hoy en día es posible revivir especies extintas. La mala noticia es que los científicos señalan que, en el mejor de los escenarios, el ADN podría sobrevivir algunos pocos millones de años, y los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años.
¿Crear especies nuevas?
En Jurassic World, el Tyrannosaurus rex ya no es el dinosaurio alfa. Ese título pertenece ahora al Indominus rex: un asesino de diseño personalizado con los dientes más grandes, los brazos más largos y una actitud más escalofriante.
Este dinosaurio es una mezcla de un Tiranosaurio rex con otras especies de dinosaurios y algunas especies de animales que viven actualmente.
Para los científicos, ésta es quizá la parte más emocionante de la película, pues mezclar genes de otros animales para hacer uno nuevo es más realista que traerlos de vuelta a la vida a partir de insectos.
Esto no significa que estemos cerca de un verdadero parque jurásico al estilo de la reciente película; este tipo de modificaciones genéticas requieren años de investigación, y sobre todo mucho debate científico y ético sobre si debemos hacerlo.
Lo que es seguro por ahora es que esas criaturas que existieron hace 225 millones de años están más presentes que nunca, así que es un buen momento para estar al pendiente de los nuevos descubrimientos científicos que nos permiten conocer más sobre ellas. Quién sabe, tal vez algún día la convivencia con estos animales podría dejar de ser ciencia ficción.