La momia de Amenhotep I es desenvuelta digitalmente Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 diciembre, 2021
En 1881 fue encontrada la momia de Amenhotep I, quien gobernó Egipto entre el año 1525 y el 1504 antes de nuestra era. A diferencia de otras momias, esta se mantuvo intacta desde entonces. Tanto la máscara funeraria como los vendajes estaban en muy buenas condiciones y los arqueólogos prefirieron dejarla así. Un estudio reciente utilizó tomografías para estudiar esta momia y conocer de una forma no invasiva al segundo faraón de la dinastía XVIII de Egipto.
Una momia con reparaciones
“Demostramos que Amenhotep I tenía aproximadamente 35 años cuando murió… Medía aproximadamente 169 cm de altura, estaba circuncidado y tenía una buena dentadura. Dentro de sus vendas, llevaba 30 amuletos y una faja de oro única con cuentas de oro”, explica la Doctora Sahar N. Saleem, del Departamento de Radiología en la Facultad de Medicina Kasr Al Ainy de la Universidad del Cairo, en Egipto. Saleem, junto con Zahi Hawass, quien es un famoso egiptólogo, realizaron el estudio de la momia que se publicó en la revista científica Frontiers of Medicine con el título “Desempaquetado digital de la momia del rey Amenhotep I (1525-1504 a.C.) usando CT”.
El cuerpo del rey egipcio no había sido manipulado desde su descubrimiento, hace 140 años. Para conservarlo, los investigadores recurrieron a la Tomografía Computarizada (CT, por sus siglas en inglés). Con ella lograron obtener información sobre su apariencia física, estado de salud, causa de la muerte y estilo de momificación del monarca egipcio. Entre los detalles llamativos de la momia está que fue “reparada con amor” 4 siglos después de su muerte por sacerdotes de la dinastía XXI. También sufrió lesiones posteriores provocadas por ladrones de tumbas.
Al momento de su muerte, Amenhotep I era joven y estaba en buenas condiciones físicas y de salud. Posiblemente murió por causa de una infección o contagio de un virus. Sus dientes tenían un desgaste mínimo. Las vísceras se extrajeron a través de una incisión vertical en el flanco izquierdo. No se encontraron causas patológicas de la muerte. El cerebro no se removió, algo que era común en los rituales de momificación. El corazón estaba en el pecho con un amuleto superpuesto. Sus antebrazos se encontraban cruzados, fue el primer faraón en esta posición. La momia contaba con 30 piezas de joyería y amuletos.
El rostro es un elemento que resalta. “Pudimos ver el rostro del rey que ha estado envuelto durante más de 3.000 años”, describe Saleem. A esto agrega que le llamó la atención el parecido físico con su padre: Ahmose I, con quien inició la dinastía egipcia XVIII. Su mentón era estrecho, su nariz pequeña y angosta, su cabello rizado y los dientes superiores sobresalían ligeramente.
Gracias a las tomografías fue posible reconocer las reparaciones que había recibido la momia. La cabeza y el cuello habían sido desprendidos y se fijaron con una banda de lino tratada con resina. La pared abdominal tenía un defecto que se cubrió con otra banda, además se agregaron dos amuletos por debajo. El brazo izquierdo también había sido desprendido y lo envolvieron. Una vez que los sacerdotes de la dinastía XXI terminaron se le enterró nuevamente en el Depósito Real de Deir el-Bahari, un complejo funerario cercano a Luxor.
Amenhotep I reinó durante casi 21 años tras la muerte de su padre. Se cree que gobernó junto a su madre Ahmose-Nefertari. Sabemos que en el siglo XI antes de la era común los sacerdotes lo desenvolvieron para reparar la momia gracias a los jeroglíficos. Se sospechaba que durante este proceso se había tomado el material funerario para reutilizarlo pero la Doctora Saleem descarta esta teoría a partir de sus hallazgos. La momia de Amenhotep I ya fue reparada una vez y ahora gracias a la tomografía computarizada fue posible estudiarla evitando cualquier daño por contacto.