La NASA reúne datos sobre las precipitaciones en el mundo en las últimas dos décadas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
31 octubre, 2019
La información sobre el clima en el mundo se ha recopilado desde hace poco tiempo. No todos los factores que influyen en él tienen la misma historia de registro. En asuntos como la temperatura tenemos datos desde el siglo XIX, en cambio, sobre las precipitaciones sabemos poco. Recientemente la Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA), unió datos de distintas misiones que en conjunto nos describen las precipitaciones del último par de décadas.
Agua cayendo de distintas formas en el mundo
Al pensar en precipitaciones solemos imaginar lluvia pero esta no es la única forma en que ocurre una precipitación. Tanto agua como nieve fueron observados por las Misiones de Medición de Precipitaciones (PMM, por sus siglas en inglés). El registro de la NASA recopiló datos de dos misiones que observaron las precipitaciones en periodos distintos.
El registro total es de 19 años completos. La Misión de Medida de Lluvia Tropical (TRMM, por sus siglas en inglés), que orbitó nuestro planeta de 1997 a 2015, fue una de las fuentes de datos para las PMM. La Misión de Medición Global de Precipitación (GPM), un trabajo conjunto entre la NASA y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), que está en funciones desde 2014, es la otra fuente.
El proyecto GPM se actualizó este año. Como parte de esa actualización se agregaron los datos provenientes de la TRMM. Con el nuevo algoritmo los investigadores tienen acceso a un panorama más amplio sobre las precipitaciones de nuestro planeta durante las últimas dos décadas. Con esto las posibilidades de creación de modelos y comprensión climática son mayores.
¿Para qué medir las precipitaciones?
Con la ayuda de las PMM los investigadores tienen la posibilidad de observar las precipitaciones desde distintos ángulos. Cantidades, frecuencia, cambios durante el periodo del que se tiene registro, tipo de precipitación. Con todo esto será más fácil comprender lo que pasa actualmente en nuestro planeta.
Una de las amenazas del cambio climático es que las catástrofes asociadas al clima serán cada vez más extremas. Con los datos de las PMM se tiene información sobre qué tipo de precipitación cae en cada parte del mundo: lluvia, tormentas, aguanieve o nevadas. Idealmente estas deberían ser regulares, es decir, en un lugar donde siempre cae nieve durante el invierno tendría que registrarse una cantidad similar en las mismas fechas. Lo mismo podría esperarse de los otros tipos de precipitación.
Gracias a las PMM es posible reconocer los cambios que han ocurrido en estas dos décadas de registro. En un país como México hemos visto cambios. Más o menos cantidad de agua en los periodos de lluvia nos dará pistas sobre lo que podemos esperar en el futuro; así las regiones agrícolas estarán preparadas. De la misma forma, si sabemos si la tendencia es que cada vez sean más intensas o escasas se pueden crear planes de acción. Si reconocemos que una región tiene cada vez menos lluvia se puede hacer una proyección a futuro para tomar medidas que eviten catástrofes humanas.
Actualmente el GPM está integrado a un sistema de satélites. El Multi-satélite Integrado de Recuperación para el GPM (IMERG, por sus siglas en inglés), calibra y combina la información del GPM. De esta forma, se prepara para enviar reportes futuros que actualicen la información que tenemos en este momento. Funciona con un ligero desfase de aproximadamente media hora, suficiente para prevenir desastres.
El mundo en que vivimos depende de muchos detalles distintos. La temperatura es uno al que le prestamos mucha atención pero las precipitaciones también son importantes. Si notamos que en alguna región está cayendo cada vez menos agua o se precipita con más violencia, es momento de tomar acciones para que los daños sean los menores posibles. Con la información que ofrecen las PMM estaremos mejor preparados ante el clima cambiante de nuestra Tierra.