La orografía de México vence al huracán más intenso del mundo Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
El monstruoso huracán perdió poder rápidamente después de tocar tierra en el estado mexicano de Jalisco el viernes por la tarde. Los vientos del huracán categoría 5 disminuyeron de 322 km/h a 265 km/h. Para las 22:00 hrs. Patricia se había degradado a categoría 4, y continuó perdiendo poder durante la noche. En la mañana del sábado, Patricia ya era una tormenta tropical y horas después se convirtió en una baja remanente.
De acuerdo a los expertos, la barrera natural de la Sierra Madre Occidental, su cruce con una depresión barométrica y el área compacta de sus vientos fueron claves para debilitar y evitar los daños catastróficos que se pronosticaban de la tormenta.
El presidente de la Organización Mexicana de Meteorólogos, Leodegario Sansón aseguró que la interacción de Patricia con una vaguada –una línea de presión baja que se extendía del norte al oeste del país se llevó parte de la nubosidad y aceleró el movimiento del ciclón hacia el noroeste, desviándolo hacia la Sierra Madre Occidental.
Frente a esa barrera de montañas, Patricia se degrado rápidamente y pasó de un huracán de categoría 5 a depresión tropical, a medida que continuó su paso por México. Sin embargo hubo daños generalizados en el área, incluyendo deslizamientos de lodo, inundaciones y cortes de energía.
Pero otro factor fue clave. Patricia evitó los lugares más poblados de la costa. La tormenta tocó tierra cerca de Cuixmala Jalisco –una reserva poco poblada- el viernes, con vientos correspondientes a un huracán de categoría 5. Pero los poderosos vientos de Patricia se concentraron en una zona estrecha cerca de su centro. De acuerdo al Centro Nacional de Huracanes, los vientos no se extendieron más allá de 24 km de su ojo. La ciudad más cercana es Manzanillo, que tiene una población de más de 100,000 y se encuentra a más de 80 km de distancia.
La devastación de un huracán a menudo se debe más a una combinación de circunstancias desafortunadas que a la magnitud de la tormenta. La ciudad de Nueva Orleans, por ejemplo, quedó completamente inundada después de que los vientos del huracán Katrina, en ese momento categoría 3, provocaran que subiera la marea y colapsara la ciudad debido al fallo de su sistema de diques.
Patricia, fue el huracán más intenso jamás registrado en el Pacífico Oriental. Fue monitoreado cuidadosamente por el Centro Nacional de Huracanes, la Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), y la NASA, proporcionando valiosos datos y brindando a los científicos de todo el mundo una buena oportunidad para estudiar el interior de un huracán muy fuerte y de intensificación extremadamente rápida.
En México, los expertos y las autoridades encargadas de estudiar y prevenir desastres meteorológicos actuaron de forma oportuna y eficiente, permitiendo implementar acciones preventivas como los más de 1,000 albergues construidos en las zonas amenazadas. La participación de la sociedad civil también tuvo un comportamiento ejemplar, colaborando con ello a tener un saldo oficial de cero fallecidos.
Patricia se formó durante una temporada de huracanes particularmente activa. Este año se han roto todos los récords sobre el número de huracanes y tifones categoría 4 y 5 en el hemisferio norte. Patricia parece haber cobrado fuerza del fenómeno de El Niño y se espera que el cambio climático aumente el número de tormentas intensas en el próximo siglo, debido al calentamiento de los océanos. Sin embargo dar una cifra exacta sobre cómo influyó el cambio climático sobre Patricia es mucho más complejo. De acuerdo a los científicos hacerlo requiere modelos sofisticados que puedan simular con precisión no sólo el mundo real, sino la forma en que el mundo se vería sin emisiones de gases de efecto invernadero.
*Fuentes: Time; CNN México; Science Insider