Las ballenas jorobadas protegen a otras especies de las orcas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 agosto, 2025
Las historias de cetáceos que ayudan a otras especies en situaciones de riesgo se conocen desde hace mucho tiempo. Los delfines, por ejemplo, son famosos por ayudar a los seres humanos en problemas.
Un estudio publicado por la revista científica Marine Mammal Science explora una relación de apoyo hacia especies más débiles por parte de las ballenas jorobadas. En distintas observaciones se ha notado que protegen a las presas de las orcas, también conocidas como ballenas asesinas.
Guardaespaldas marinos
Un artículo de la revista Science comienza describiendo el ataque de un grupo de orcas contra una foca de Weddell. La presa intenta esconderse entre la capa de hielo antártico. Cuando las orcas se unen para formar una ola que azote a su presa aparecen dos ballenas jorobadas que la protegen.
Lo que parece una anécdota de observación marina es más común de lo que parece. El evento narrado ocurrió en 2009 a Robert L. Pitman, quien aparece como primer autor del estudio publicado por Marine Mammal Science.
La enemistad entre orcas y ballenas jorobadas es bien conocida. Al principio, Pitman y sus colaboradores creyeron que se trataba de ataques preventivos antes que las orcas agredieran a sus crías. Sin embargo, sería difícil de explicar un evento como el de la foca de Weddell, ahí las ballenas aparecieron en lo que parece una actitud clara de protección hacia un individuo de otra especie.
Hay un comportamiento común entre animales de presa cuando son atacados. Un grupo de animales pequeños puede acosar a su depredador para convencerlo de que se aleje. Un ejemplo de esto son las paradas de cuervos, al ser perseguidas por un halcón lanzan una serie de ataques insistentes para disuadirlo. Esto se conoce como “mobbing”, que podría traducirse como acoso u hostigamiento.
Este comportamiento se conoce en todo tipo de animales. Además de aves se ha observado en peces, insectos y mamíferos terrestres. Sin embargo, es poco conocido en mamíferos acuáticos.
Una de las razones es que las ballenas suelen tener pocos enemigos naturales. En el caso de las jorobadas su único depredador es la orca. Además, atacan únicamente a las crías. Cuando eso ocurre las madres las asustan sacudiendo el el agua. Cuando las orcas no se alejan, las ballenas jorobadas golpean con su cola o azotan sus aletas.
Casos como el que observó Pitman están fuera de lo que podría esperarse. No se trata de un acto de defensa de las crías de su especie, sino de un individuo de otra. Esto llevó al investigador a buscar otros casos similares.
Pitman aprovechó su puesto en el Centro de Ciencia de Pesca del Suroeste en San Diego, California, para solicitar más ejemplos. Este centro de investigación pertenece a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Llegaron 115 relatos de enfrentamientos entre ballenas jorobadas y orcas. La mayoría de ellos venían de embarcaciones comerciales. Algunos incluían fotos y otros videos.
En 31 de los casos se observó que las ballenas jorobadas se acercaban a grupos de orcas que mantenían un enfrentamiento previo. Las perseguía mientras aullaban y azotaban sus colas y aletas. Pitman resalta que eran las ballenas jorobadas quienes atacaban. Este comportamiento podría esperarse si defienden a una de sus crías. Sin embargo, en casi el 90% de los ataques registrados las orcas cazaban a individuos de otras especies.
Trevor Branch, quien es científico de pesca en la Universidad de Washington, expresó su sorpresa a la revista Science. Él se dedica al estudio de poblaciones de ballenas grandes. Resalta que no hay posibilidad de una muestra de agradecimiento por parte de los animales rescatados por las ballenas jorobadas.
“Tendemos a pensar en el altruismo como algo recíproco, pero no hay forma de que estas otras especies vuelvan y ayuden a las ballenas jorobadas”, comenta Branch.
Pitman insinúa que no se trata exactamente de altruismo. Podría indicar que las ballenas jorobadas reaccionan al sonido de las orcas atacando. Podría ser una forma de escarmiento para evitar que las orcas se atrevan a atacar a sus crías.