Las lluvias intensas son una amenaza para las jirafas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 junio, 2023
El cambio climático está modificando las condiciones de vida en todo el planeta. Solemos pensar en el calor como la mayor amenaza para todas las especies que lo habitan pero para las jirafas el panorama es distinto.
Un estudio publicado recientemente en la revista científica Biodiversity and Conservation indica que las lluvias cada vez más intensas son una amenaza mayor. El estudio es el resultado de casi dos décadas de datos en torno al clima en que viven las jirafas de Tanzania.
Jirafas y el aumento en la temperatura
El estudio se realizó en la región Tarangire en Tanzania. Se extiende por cientos de miles de kilómetros. El territorio que se abordó incluye tanto áreas protegidas como terrenos fuera de ellas.
Se espera que el cambio climático provoque la disminución en poblaciones de animales salvajes en todo el mundo. Sin embargo, en este caso no es el calor el mayor riesgo. En el caso de las jirafas se encontró un efecto positivo en la supervivencia de los adultos de esta especie.
Los investigadores midieron los efectos de las anomalías locales en el clima en la población de jirafas. También consideraron la actividad humana en los límites de las áreas protegidas.
El estudio estuvo a cargo de Monica Bond, una investigadora postdoctoral asociada del Departamento de Biología Evolutiva y Estudios Medioambientales de la Universidad de Zurich. Además de esta universidad, participaron investigadores de la Estatal de Pennsylvania.
“El estudio de los efectos del clima y las presiones humanas sobre un animal de larga vida y cría lenta como una jirafa requiere el monitoreo de sus poblaciones durante un largo período de tiempo y en una gran área, suficiente para capturar tanto la variación climática como cualquier efecto inmediato o retardado sobre la supervivencia”, explica en un comunicado Bond.
Para el estudio se consiguieron casi dos décadas de datos sobre la lluvia local, el verdor de la vegetación y la temperatura durante la temporada de sequía, las lluvias cortas y la temporada de lluvias largas. Además, siguieron a 2,385 individuos reconocidos de jirafa de todas las edades y de ambos sexos durante los últimos ocho años del periodo de dos décadas.
La hipótesis original era que el calor lastimaría a las jirafas adultas en función de su tamaño. Se esperaba que se sobrecalentar. Por el contrario, lo que encontraron es que el calor tiene un efecto positivo en los individuos que estudiaron.
“La jirafa tiene varias características físicas que le ayudan a mantenerse fresca, como un cuello y piernas largas para la pérdida de calor por evaporación, cavidades nasales especializadas, una intrincada red de arterias que suministran sangre al cerebro y manchas que irradian calor”, señala Derek Lee, quien es profesor investigador asociado de biología en la Universidad Estatal de Pennsylvania y participó en el estudio.
Derek Lee hace una aclaración importante. Es posible que “las temperaturas durante el periodo de estudio no excedieran el rango térmico tolerable para las jirafas, y una ola de calor extremo en el futuro podría revelar un umbral sobre el que estos animales masivos podrían verse perjudicados”.
Los hallazgos que no se había previsto
Por otro lado, se notó que la supervivencia tanto de jirafas adultas como de crías era menor durante la temporada de lluvias. La explicación que sugieren los investigadores es que posiblemente se debe al aumento de los parásitos y las enfermedades.
En estudios previos se había detectado que la época de lluvias favorece a los parásitos gastrointestinales que afectan a las jirafas. Además, las inundaciones propician brotes de enfermedades que son conocidas como causas de muerte en las jirafas; un par de ejemplos son el virus de la fiebre del Valle Rift y la bacteria que provoca el Ántrax.
Un hallazgo del estudio de Bond y sus colaboradores es que un mayor volumen en la vegetación reduce la supervivencia en jirafas adultas. La explicación que se propone es que el rápido crecimiento hace que las plantas que sirven de alimento a estos animales reduzcan la cantidad de nutrientes.
Finalmente, la presencia humana es otro factor que pone en riesgo la vida de las jirafas. Las más afectadas son las que viven cerca de los límites de las áreas protegidas. El periodo de mayor riesgo es durante las lluvias fuertes y cortas.
Las explicaciones que se tienen en este último punto son dos. Por una parte, incrementa el riesgo de contraer enfermedades asociadas con el ganado. Además, en esta temporada el terreno fangoso limita el desplazamiento de las patrullas contra la cacería furtiva.
Las conclusiones de los investigadores son poco alentadoras. Las proyecciones de cambio climático en África del Este incluyen lluvias cada vez más intensas en periodos cortos. Señalan que es importante hacer un uso eficiente del suelo y mejorar las estratégias contra la cacería furtiva.