Las olas de calor desplazan a las especies marinas varios kilómetros Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
6 agosto, 2020
Foto de portada: Richard Herrmann/NOAA Fisheries
Entre 2013 y 2015 una ola de calor marina en el Océano Pacífico provocó que poblaciones de tiburones martillo se desplazaran 2,800 kilómetros al norte; pero no son los únicos, este fenómeno afecta a tortugas, ballenas y otras especies. Las olas de calor marinas (MHW, por sus siglas en inglés) consisten en períodos prolongados en que la temperatura se eleva discretamente.
Cuando aparecen provocan alteraciones en el ecosistema, además de los daños económicos para las poblaciones humanas cercanas. Los efectos sobre cada especie son distintos y van de los 10 a miles de kilómetros de distancia respecto a las zonas que habitan normalmente, de acuerdo a un artículo publicado recientemente por la revista científica Nature.
Desplazados climáticos
Al hablar de desplazados solemos pensar en víctimas de la guerra o crisis económicas pero como analogía también funciona para explicar lo que pasa con diversas especies marinas. El artículo titulado “Desplazamiento termal por olas de calor marinas” es el resultado de un análisis realizado por investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA). El efecto del calor por el cambio climático se ha estudiado antes en entornos como los arrecifes de coral, pero en este caso el énfasis se puso en procesos más breves.
"Cuando el ambiente cambia, muchas especies se mueven”, de acuerdo a Michael G. Jacox, del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA. “Esta investigación nos ayuda a comprender y medir el grado de cambio al que pueden estar respondiendo", agrega. De acuerdo al documento publicado por Nature se han hecho grandes esfuerzos por comprender los patrones que siguen las especies marinas ante los fenómenos térmicos.
Las alteraciones en el clima cambian las condiciones del hábitat. Esto obliga a distintas especies de gran valor ecológico y económico a buscar lugares con condiciones más favorables. En algunos casos el desplazamiento llega a los miles de kilómetros. Para el estudio se recurrió a registros térmicos que van de 1982 a 2019.
Lo innovador de este estudio es la forma en que estudia los cambios dentro del océano. La forma típica de abordarlo es medir el cambio sobre la superficie y el efecto sobre organismos estacionarios como los corales. En este caso lo que importaba era comprender cómo influía en los animales que si tienen la posibilidad de desplazarse para buscar un lugar mejor.
La comprensión de este fenómeno permitirá hacer proyecciones a futuro más realistas. “Puede darnos una idea de cómo puede cambiar el ecosistema en el futuro”, de acuerdo a Michael A. Alexander, meteorólogo del Laboratorio de Ciencias Físicas de la NOAA, quien participó en la investigación.
Entre los hallazgos se menciona al gradiente de temperatura de la superficie marina. Este depende de la velocidad a la que cambia la temperatura. Ante gradientes débiles las especies se desplazan a grandes distancias, esto no ocurre cuando el gradiente es fuerte. El ritmo al que esto ocurre es un dato de gran importancia para las comunidades humanas.
Un ejemplo de esto ocurrió en 2012 al noroeste del Atlántico. Ante una ola de calor marina, especies con valor comercial como calamares y platijas se desplazaron cientos de kilómetros al norte. Esto cambió las dinámicas de pesca ya que no fueron las únicas especies afectadas. Otras especies como langosta llegaron a los lugares que habitaban las especies mencionadas anteriormente y esto provocó un desajuste en los precios comerciales. Este evento ocurrido en la costa este de Estados Unidos sirvió como pretexto para considerar a las olas de calor marinas y sus efectos, así lo anotan los científicos que participaron en la investigación.
Los ejemplos de los últimos años sobran, y comprender sus efectos ayudará a tomar acciones a futuro. Distintas especies se ven afectadas directamente y de forma indirecta muchas otras (incluida la nuestra) también reciben el impacto. Los estudios sobre cambio climático en el océano hasta ahora le han dado el mayor peso a los periodos largos y los efectos a largo plazo; sin embargo, no se puede dejar de lado a los fenómenos de menor duración como las olas de calor.