Las temperaturas cada vez más altas en las noches aumentan el riesgo de muerte Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
11 agosto, 2022
El cambio climático trae consigo distintos riesgos para la salud. Un estudio publicado recientemente en la revista científica The Lancet Planetary Health analizó los efectos de noches cada vez más calientes. Entre sus resultados se menciona que para el final del siglo el riesgo de muerte aumentará 60% a causa de la elevación en las temperaturas nocturnas.
Mucho más que una mala noche
La noche es el momento en que nuestra especie duerme. Esta función básica se ve alterada ante los cambios de temperatura. Ante climas calurosos conciliar el sueño se vuelve una tarea cada vez más complicada. Con menos tiempo de sueño el sistema inmune se debilita. Los riesgos de enfermedades cardiovasculares aumentan, así como de enfermedades crónicas. La salud mental también se deteriora.
El estudio titulado "Los efectos del calentamiento nocturno en la carga de mortalidad en escenarios futuros de cambio climático: un estudio de modelización" advierte sobre riesgos a la salud que habían sido subestimados. Incluso siguiendo los lineamientos del Acuerdo de París, el impacto de la elevación en la temperatura global puede llegar a niveles preocupantes.
El equipo internacional de investigadores recurrió a datos de entre 1981 y 2010. Provienen de 28 ciudades de 3 países del este de Asia: Japón, Corea del Sur y China. Con ellos se creó un modelo basado en otros dos previos, uno aditivo combinado con uno no lineal de retardo con un rango de 0 a 10 años. Se recrearon dos escenarios con emisiones de gases de efecto invernadero distintas para el periodo entre 1980 y 2099.
Las proyecciones a futuro son desalentadoras. Para 2090 la temperatura promedio casi se habrá duplicado por las noches. En las ciudades analizadas las noches pasarán de 20.4 grados Celsius a 39.7, de acuerdo a los modelos utilizados. Esto provocará distintas alteraciones en los patrones de sueño.
"Los riesgos de aumentar la temperatura por la noche se desatienden con frecuencia", explica Yuqiang Zhang, quien es científico climático en el Departamento de Ciencias Ambientales e Ingeniería en la Escuela Gillings y participó en el estudio. "Sin embargo, en nuestro estudio, encontramos que las ocurrencias de exceso de noche caliente (HNE) se proyectan para ocurrir más rápidamente que los cambios de temperatura medios diarios. La frecuencia y la intensidad media de las noches calurosas aumentarán más del 30% y alcanzarán el 60% para el año 2100, respectivamente, en comparación con el incremento de menos de 20% en la temperatura media diaria", agrega el investigador.
Los riesgos por el aumento de la temperatura nocturna son seis veces mayores a los del aumento en las temperaturas diurnas, de acuerdo con el estudio. Haidong Kan, quien es profesor en la Universidad Fudan en China y participó en el estudio, señala que es importante tomar en cuenta los riesgos de la elevación de temperaturas nocturnas para elaborar políticas públicas adecuadas. "Una evaluación más completa de los riesgos para la salud del cambio climático futuro puede ayudar a los responsables de la formulación de políticas a asignar mejor los recursos y establecer prioridades", resalta el especialista.
De acuerdo con los autores, es importante reconocer las condiciones locales para tomar acciones eficientes. "A nivel local, el calor durante la noche debe tenerse en cuenta al diseñar el futuro sistema de alerta de olas de calor, especialmente para las poblaciones vulnerables y las comunidades de bajos ingresos que tal vez no puedan sufragar los gastos adicionales del aire acondicionado. Además, estrategias de mitigación más sólidas, que incluyan colaboración global, deben ser consideradas para reducir los impactos futuros del calentamiento.
Los autores aclaran que sus resultados deben ser tomados con cautela. Las condiciones de estas tres naciones del este asiático podría no coincidir con el resto de la región o el mundo. De ahí que sea importante retomar la propuesta de investigación en otras partes del mundo para comprender los riesgos a que se enfrenta cada población.