Los bloques de Lego pueden permanecer hasta 1,300 años en el océano Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
17 marzo, 2020
En nuestra infancia muchos tuvimos bloques de lego, con ellos aprendimos a usar nuestra creatividad y habilidad espacial, pero ¿qué pasó con ellos? Un grupo de investigadores británicos decidió ir más allá en el aprendizaje que pueden dejar estas piezas y estudió sus residuos en la costa suroeste de Inglaterra. Los resultados se publicaron en la revista científica Environmental Pollution.
La lección de los bloques de plástico
Los residuos de plástico en el océano son cada vez más. Solemos imaginar bolsas y popotes que van por ahí atormentando tortugas, sin embargo no son los únicos objetos plásticos que navegan en los mares. Entre estos podemos encontrar bloques de Lego y el equipo liderado por Andrew Turner, de la Escuela de la Tierra, Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Plymouth, decidió estudiarlos para imaginar cuánto tiempo permanecerán ahí.
Se tomaron piezas del mar para compararse con otras en sus condiciones originales. Se hicieron análisis sistemáticos tanto en sus características físicas como químicas para comprender cómo serían los cambios a futuro. Se tomó en cuenta fenómenos como el desgaste, incrustaciones, grietas, decoloración y pérdida de masa.
Las piezas de Lego están fabricadas con acrilonitrino butadieno estireno (ABS). Para el estudio se tomaron 50 que fueron recogidas de las playas inglesas, se lavaron y se les aplicó fluorescencia de rayos X (XRF). Posteriormente se les comparó con piezas de colección.
En comparación con las piezas conservadas en colecciones, los bloques expuestos al mar mostraban degradación. En las piezas tomadas de las playas se notaba palidez, fracturas, suciedad, menor masa y fuerza mecánica. Estos efectos se atribuyen a la degradación foto oxidativa, así como a la abrasión y el estrés físico que representó el entorno marino.
Las pruebas fueron de distintos tipos. Mientras el espectro infrarrojo indicaba que el polímero se mantenía por mucho tiempo con alguna fotodegradación, los resultados de los rayos X eran más descriptivos. Pigmentos como el sufoseleniuro de cadmio variaron en su distribución, ésta se volvió más heterogénea hacia la matriz.
La estimación del tiempo que podrían sobrevivir en el agua se hizo a partir de las diferencias en masa. En el entorno marino el plástico con el que están hechos los bloques de lego pueden permanecer entre 100 y 1,300 años. Las variaciones surgen en detalles como la reflección en composiciones aditivas, así como el desgaste producido por distintos entornos climáticos.
En algún momento de nuestra vida muchos aprendimos a explotar nuestra creatividad con bloques de lego, pero ahora tenemos indicios de la durabilidad de materiales plásticos gracias a ellos. Esta vez el aprendizaje no es tan divertido y si no se toman medidas adecuadas a futuro se volverá alarmante. Estos bloques armables seguirán dándonos lecciones por mucho tiempo, según parece.