Los primeros datos de Solar Orbiter ya están disponibles para todos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
1 octubre, 2020
Una práctica habitual en las misiones espaciales es dejar periodos de exclusividad para los científicos que participaron en la misión. Así, seis meses o incluso un año después la comunidad científica externa ya puede revisarlos y trabajar con ellos. Solar Orbiter se propuso hacer algo diferente y los primeros datos que han recopilado sus instrumentos in situ ya están listos para que los científicos de todo el mundo los utilicen. El 30 de septiembre se anunció que el Archivo de Solar Orbiter ya estaba disponible.
Una recopilación de datos a contracorriente
Para usar los datos de una misión espacial primero hay que calibrar los instrumentos. Su funcionamiento en el espacio tendrá sus detalles particulares. Los científicos que los operan desde la Tierra deben comprender la forma en que funcionan en el espacio. Sólo después que ya se probaron es posible recopilar datos que sean útiles para estudios científicos.
El ambiente en el que están influye en la información que envían y es importante corregir los detalles que no se ajusten a las expectativas de medición. Por ejemplo, algunos instrumentos dependen de la temperatura y los encargados de calibrarlo deben considerar los datos que envían los termómetros instalados en la sonda para tener una referencia confiable.
En esta ocasión, además de las complicaciones típicas de una misión espacial los operadores terrestres viven una pandemia. Originalmente se estableció un plazo de 90 días entre la recepción de datos en la Tierra y su publicación. “Conseguirlo en tiempos de COVID-19 ha sido todo un reto, pero estamos listos para poner los datos a disposición de la comunidad científica según lo previsto para que puedan hacer ciencia con ellos”, comenta Yannis Zouganelis, quien es científico adjunto del proyecto Solar Orbiter para la ESA.
Los participantes en este proyecto son decenas de personas distribuidas en distintos países. El proyecto es coordinado por Pedro Osuna encargado del archivo de Solar Orbiter de la ESA, en coordinación con el Centro de Datos Científicos de la ESAC. La primera entrega de datos que se recibieron fueron calibrados manualmente, lo que obliga a un gran nivel de precisión y coordinación entre los participantes. Una vez que se comprenda el comportamiento de los instrumentos este proceso se hará de forma automática.
Los instrumentos de Solar Orbiter se dividen en dos grupos: in situ y de señal remota. Los datos que se ya se publicaron provienen de instrumentos del primer grupo. El primer conjunto de datos proviene del Detector de Partículas Energéticas (EPD), el instrumento Ondas de Radio y Plasma (RPW) y el Magnetómetro (MAG). Hay un cuarto instrumento in situ que aún está en fase de calibración, el Analizador de Plasma del Viento Solar (SWA) sigue en proceso de calibración y sus datos se publicarán a finales de año.
Los instrumentos de detección remota comenzarán operaciones nominales hasta noviembre de 2021. Mientras tanto continúan en ensayos y calibración. En este grupo están el Generador de Imágenes Heliosférico (SoloHI), el Generador de Imágenes Espectrales del Ambiente en la Corona (SPICE), el Espectrómetro Telescopio de rayos-X (STIX), el Generador de Imágenes de Extremo Ultravioleta (EUI), el Coronógrafo (Metis) y el Generador de Imágenes Polarimétrico y Heliosísmico (PHI).
Ahora que los datos de los primeros instrumentos están disponibles los científicos de todo el mundo pueden comenzar a investigar el Sol. “Queremos que Solar Orbiter sea una de las misiones espaciales más abiertas. Y eso quiere decir que esté abierta para todo el mundo y no solo para los equipos que han construido los instrumentos”, explica Yannis Zouganelis.
Fuentes: ESA