Más de 300 tortugas mueren por red de pesca en Oaxaca Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Luis Moctezuma
El martes 28 de agosto las costas de Oaxaca recibieron una mala noticia: un grupo de tortugas había muerto atrapado por una red. Hasta ahora se desconoce el origen de la misma, se cree que perteneció a un barco atunero pero no se tienen más datos, se considera incluso la posibilidad de que su origen sea extranjero. El hecho es que tenían días atrapadas y la mayoría estaban muertas.
El número definitivo de muertes aún no es preciso. Por la mañana del martes, después del aviso de lancheros que reconocieron a las tortugas a cinco millas náuticas de la playa, se estimaba que eran 200. Por la tarde ya se manejaba la cifra de 300. Para la tarde del miércoles 29 la cifra ya era de 350. El hallazgo fue cerca de la Barra de Colotepec, cerca de Puerto Escondido.
La tortuga golfina y su visita a costas mexicanas
Su nombre científico es Lepidochelys olivacea, comúnmente llamada golfina u olivácea. Su tamaño es cercano a los 75 cm y su peso de 45 kg. Son varios los estados del país a los que llega, aunque no en todos tiene la misma presencia. Estados como Baja California, Sinaloa, Jalisco y otras partes del Pacífico mexicano la reciben en solitario. También hace apariciones masivas para desovar y esto se vive principalmente en Oaxaca y Michoacán.
Aunque su visita suele hacerse en grupos muy numerosos, su población se ha reducido en los últimos años. Está clasificada como una especie en peligro. A nivel mundial se le clasifica como vulnerable; vive tanto en el Océano Atlántico como en el Índico y el Pacífico. En México su situación es más grave ya que se le considera en peligro de extinción. Este reptil de caparazón redondo y cabeza cónica está cada vez menos presente en nuestras playas y en esta ocasión el grupo que se encontró no fue para desovar sino para ser sepultado.
Una red hasta ahora sin dueño
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ya investiga el caso de las tortugas muertas. La red en la que quedaron atrapadas no está permitida. La forma en que llegó ahí todavía se desconoce. La teoría más difundida es que pertenecía a un atunero; sin embargo, la evidencia en este momento no es suficiente para hacer afirmaciones más allá. La prioridad de las autoridades después del encuentro fue liberarlas.
Únicamente una tortuga fue liberada con vida. La mayoría se encontraban ya en estado de descomposición. Al principio se calculaba que tenían 5 días dentro de la red, aunque los cálculos más recientes estiman hasta 15 días previos al hallazgo. Los cuerpos de estos reptiles fueron sepultados en dos fosas como medida sanitaria.
Ahora queda seguir con la investigación pertinente. La PROFEPA es la encargada de seguir el rastro sobre la muerte de las tortugas, junto a ella trabajan otras instituciones. Tanto la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (SEMAEDESO) como la Red de Varamientos forman parte de la investigación. Ya se busca a los culpables para aplicar la sanción correspondiente.
La situación de las especies marinas es delicada en nuestro país. En muchos casos las costas mexicanas son espacios que tradicionalmente sirven para el desove de especies ovíparas como tortugas y alumbramiento de otras como ballenas. Esta elección de nuestro territorio para el nacimiento de crías no ha recibido una protección adecuada y existen muchas especies que además de los problemas típicos como predadores, tienen en el ser humano a otro enemigo con acciones como la pesca ilegal, el robo de huevos del que las tortugas aún son víctimas y los desechos que vertemos al mar, uno de los cuales fácilmente pudo ser esta red que acabó con la vida de más de 300 golfinas.