NASA contacta nuevamente a Voyager 2 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
4 noviembre, 2020
En marzo de este año comenzó un proceso de mantenimiento y actualización de la única antena capaz de contactar a la Voyager 2. El trabajo final quedará listo en febrero del próximo año pero ya está en condiciones de enviar y recibir mensajes. El pasado 29 de octubre envió una señal a la sonda espacial que actualmente viaja fuera del sistema solar; la respuesta llegó el 2 de noviembre.
Una llamada de confirmación
La Estación de Espacio Profundo 43 (DSS43, por sus siglas en inglés), ubicada en Canberra, Australia, tiene un hardware que gracias a él tenemos comunicación entre la Tierra y la Voyager 2 nuevamente. La antena mide 70 metros de ancho y se mantuvo apagada para reparaciones y actualización. Después de la señal enviada para establecer contacto con Voyager 2 recibió una “llamada” en la que se ejecutaron algunos comandos sin ningún inconveniente.
La antena que envía y recibe señales de Voyager 2 forma parte de la Red de Espacio Profundo (DNS, por sus siglas en inglés). Esta pertenece a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Se trata de una colección de antenas de radio ubicadas alrededor del mundo. Su función principal es comunicarse con naves espaciales que viajan más allá de la Luna.
Parte de las actualizaciones incluyó 2 nuevos transmisores de radio. Uno de ellos es el que se comunica con la Voyager 2 y no se había actualizado en 47 años. Otras actualizaciones consisten en sistemas de calentamiento y enfriamiento, equipo de abastecimiento energético y accesorios electrónicos útiles para los transmisores.
“Lo que hace a esta prueba única es que estamos haciendo trabajo de todos los niveles de la antena, desde el pedestal al nivel de la base en todo su camino hasta los tapones al centro del plato que se extiende sobre los bordes”, explicó Brad Arnold, director del proyecto DNS de la NASA en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en el sur de California. “Esta prueba de comunicación con Voyager 2 nos habla de que definitivamente las cosas se están haciendo a tiempo para el trabajo que hacemos”, agregó.
La Voyager 2 es una entre una larga lista de dispositivos espaciales que se comunican con la Tierra. Las instalaciones de la DNS se encuentran en Canberra (Australia), Goldstone (California) y Madrid (España). Las posiciones de estos 3 centros de comunicación permite que las naves espaciales se mantengan alineadas correctamente para no perder comunicación con la Tierra.
A diferencia de otras sondas y dispositivos espaciales, Voyager 2 puede comunicarse únicamente con la antena ubicada en el hemisferio sur. Después de sobrevolar a Tritón (una de las lunas de Neptuno), en 1989, salió del rango de las antenas en el hemisferio norte. Mantuvo su trayectoria desde entonces y ahora se encuentra aproximadamente a 18.8 mil millones de kilómetros de la Tierra con la única posibilidad de enviar y recibir señales hacia nuestro hemisferio sur.
Otra complicación para comunicarse con la Voyager 2 es la capacidad que requiere de una antena. DSS43 es la única antena con la potencia suficiente para llegar hasta las gemelas Voyager. Una diferencia significativa es que la Voyager 1 aún está en una posición que le permite comunicarse con las antenas de nuestro polo norte. Así que una situación similar de varios meses de desconexión no es probable con ella.
La historia de DSS43 es larga. Comenzó a funcionar en 1972, 5 años antes que las Voyager fueran lanzadas. Su diámetro era menor (64 metros) pero ha sufrido cambios desde entonces, como la ampliación que se le hizo en 1987, para que llegara a sus dimensiones actuales. Ahora tiene hardware nuevo y cuando los trabajos de actualización y mantenimiento terminen estará a toda su capacidad. Por ahora nos ha confirmado que la Voyager 2 sigue mirando hacia la Tierra y sus llamadas llegan nítidamente.
FUENTE: NASA