NASA reconoce restos del Challenger Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 noviembre, 2022
El 28 de enero de 1986 ocurrió uno de los episodios más trágicos en la historia de la exploración espacial. Recientemente un equipo de documentalistas en busca de aviones de la Segunda Guerra Mundial encontró restos de aquel evento.
El transbordador espacial Challenger explotó 73 segundos después de su lanzamiento. Este es uno de los antecedentes de las medidas de seguridad estrictas que sigue actualmente la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Ahora se tienen ubicados restos de esta fallida expedición al espacio.
Un fragmento de historia que emerge accidentalmente
Un equipo de televisión exploraba la costa este de Florida. Su objetivo eran restos de aviones. Durante la exploración los buzos reportaron un objeto de manufactura humana mucho más moderno que los que buscaban. Estaba cubierto por arena marina.
Se trataba de un dispositivo de gran tamaño. Estaba cerca de la costa del área espacial de Florida. Su apariencia era moderna. Los documentalistas decidieron contactar a la NASA.
“Este descubrimiento nos da la oportunidad de detenernos una vez más, de elevar el legado de los siete pioneros que perdimos y de reflexionar sobre cómo esta tragedia nos cambió. En la NASA, el valor central de la seguridad es - y debe permanecer para siempre - nuestra máxima prioridad, especialmente cuando nuestras misiones exploran más del cosmos que nunca”, comentó Bill Nelson, quien es administrador de la NASA.
La explosión del Challenger resultó en la pérdida de la nave espacial y sus 7 tripulantes. Investigaciones posteriores mostraron que la causa fueron temperaturas inesperadamente bajas. Los sellos de anillo vieron afectada su integridad, lo que afectó a los bloques sólidos de los segmentos donde se unían los impulsores.
Aquel intento fallido de 1986 sería la misión número 25 del transbordador espacial. Mientras el cohete y la nave esperaban en la plataforma del Centro Espacial Kennedy apareció un frente frío que incluso formó hielo sobre el transbordador. Los administradores de la misión no le dieron importancia y decidieron hacer el lanzamiento a las 11:38 am hora del este.
El nombre de la misión era STS-51L. Su tripulación incluía al comandante Francis R. “Dick” Scobee, el piloto Michael J. Smith, el especialista en carga Gregory B. Jarvis, la maestra Christa McAuliffe, además de los especialistas Ronald E. McNair, Ellison S. Onizuka y Judith A. Resnik.
“Hoy, al volver la vista hacia la Luna y Marte, vemos que el mismo amor por la exploración que impulsó a la tripulación del Challenger sigue inspirando a los astronautas de la actual Generación Artemis, exhortándolos a construir sobre el legado de conocimiento y descubrimiento para el beneficio de toda la humanidad”, declaró Janet Petro directora del Centro Espacial Kennedy.
Este desafortunado evento no es el único que ha ocurrido en la NASA. En febrero de 2003 el transbordador espacial Columbia se desintegró sobre el oeste de Estados Unidos. La nave realizaba el reingreso pero no lo consiguió y con ella se perdió la vida de sus siete tripulantes.
Ya que el descubrimiento de los restos del Challenger ocurrió mientras se filmaba un documental, este evento tendrá un episodio. History Channel lo transmitirá como parte de una serie sobre el Triángulo de las Bermudas, aunque los restos de la nave no fueron encontrados exactamente ahí.
Por ley, los restos de la nave pertenecen al gobierno estadounidense. La NASA aún considera algunas acciones con los restos del Challenger. El objetivo es rendirle honor a los astronautas que fallecieron en el accidente y a sus familias.