NASA tiene un plan para extender la vida útil de la Voyager 2 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
28 abril, 2023
El 20 de agosto de 1977 despegó la Voyager 2 a bordo de un cohete Titán Centauro. En los últimos años ha reducido su capacidad y el fin de su misión es inminente.
Recientemente la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) anunció un plan para mantenerla activa hasta 2026. La clave es hacer algunos ajustes en la forma en que administra su energía.
Una misión interestelar capaz de extenderse
Actualmente Voyager 2 viaja a más de 20 mil millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Es uno de los dos dispositivos creados por el ser humano que han salido de la heliosfera, que es la zona protegida por el campo magnético del Sol. El otro vehículo que lo ha logrado es su gemela la Voyager 1.
Esta nave espacial lleva consigo 5 instrumentos que recopilan datos sobre el espacio interestelar. Para mantenerlos activos se recurrirá a un depósito de reserva energética que forma parte del sistema de seguridad de la nave.
“Los datos científicos que las Voyager están regresando se vuelven más valiosos cuanto más lejos del Sol van, así que definitivamente estamos interesados en mantener tantos instrumentos científicos operando el mayor tiempo posible”, comenta Linda Spilker quien es científica del proyecto Voyager en el Laboratorio de Propulsión a chorro (JPL) de la NASA.
Las dos naves Voyager funcionan con generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG). Estos producen energía a partir del calor cuando el plutonio decae. Este sistema genera menos energía cada año.
Para mantener los instrumentos de recopilación de datos funcionando los ingenieros de la misión han hecho algunos cambios. Apagaron los calentadores de la nave y otros sistemas que no son esenciales para que la Voyager 2 siga viajando por el espacio.
En el siguiente ajuste los ingenieros de la misión tendrán que apagar uno de los instrumentos de la nave. En este momento la Voyager 1 trabaja con un instrumento menos que su gemela debido a una falla desde el principio de la misión.
En el caso de la Voyager 2 se buscó una forma de mantenerla funcional sin apagar los instrumentos. Se recurrirá al sistema de protección de voltaje. Está ahí para evitar que un cambio en el flujo eléctrico dañe a los instrumentos, para esto guarda una cantidad adicional de energía eléctrica que usa en caso de un cambio brusco.
Se tomará esta energía para que los instrumentos sigan funcionando. La Voyager 2 tendrá una regulación eléctrica menos rigurosa. Afortunadamente, en más de 45 años en funciones, ambas Voyager mantienen estables sus sistemas eléctricos, por lo que el riesgo de daño en algún instrumento es mínimo.
“La variación en el voltaje representa un riesgo para los instrumentos, pero hemos determinado que es un riesgo pequeño, y la alternativa ofrece una gran recompensa de poder mantener los instrumentos de ciencia encendidos por más tiempo”, explica Suzanne Dodd, quien es administradora del proyecto Voyager en el JPL.
“Hemos estado monitoreando la nave durante unas semanas, y parece que este nuevo enfoque está funcionando”, señala Suzanne Dodd.
El recorrido original de las Voyager duraría 4 años. Las sondas espaciales visitarían Saturno y Júpiter. Con el paso del tiempo las misiones se fueron extendiendo al ver que mantenían sus capacidades.
Ahora viajan fuera del sistema solar y son los vehículos fabricados por nuestra especie que más lejos han llegado. Con este nuevo ajuste la misión Voyager 2 seguirá ahí por lo menos otros tres años. Mientras tanto nos sigue revelando detalles del universo que sus operadores no imaginaron en 1977 cuando salieron de la Tierra para jamás volver.