No se había considerado 17% del área forestal en el mundo, indica estudio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
11 julio, 2025
Tomando como base datos satelitales, un grupo internacional de investigadores realizó un mapeo del área forestal en todo el mundo. El conocimiento preciso sobre la superficie cubierta por árboles nos permite tomar acciones más precisas para evitar pérdida de biodiversidad y combatir el cambio climático.
Sus datos indican que las estimaciones previas no consideran 17.31%, lo que llaman cobertura arbórea previamente no detectada (PUTC, por sus siglas en inglés). Además indican las causas de deforestación y reforestación en un periodo de 7 años.
Un ajuste sobre la superficie forestal
Existen diferentes sistemas de monitoreo forestal a nivel mundial. Un estudio publicado recientemente por la revista científica Nature Communications señala que se había dejado fuera de los registros oficiales a 17.31% del área forestal en el mundo.
Para llegar a esta conclusión se desarrolló un algoritmo que analizó datos satelitales. En total, la superficie que no había sido considerada abarca 395.9 millones de hectáreas (Mha).
Un concepto importante para este estudio fue el de cobertura arbórea previamente no detectada (PUTC). Una parte importante de la superficie forestal que se encontró en el estudio está fuera de las zonas donde se busca de forma convencional.
El estudio se realizó con imágenes satelitales de alta resolución. Los datos recopilados abarcan el periodo entre 2015 y 2022. Una zona importante para los resultados a los que se llegaron es la pantropical.
En la parte del mundo entre el ecuador y los trópicos de cáncer y capricornio es donde se reconocieron los cambios más importantes. Ahí se encontró una pérdida neta de 61.05 millones de hectáreas.
Las pérdidas de árboles tropicales en la región pantropical no incluye únicamente a las áreas forestales. El 63.93% de los árboles perdidos durante el periodo de estudio pertenecían a áreas forestales. Por otro lado, el 36.07% pertenecía a terrenos no forestales como tierras agrícolas, pastizales y zonas urbanas.
Los datos satelitales ofrecían una resolución de 10 metros. Aún con esta limitación notaron que los árboles que crecían en zonas forestales convencionales fueron los que sufrieron cambios más drásticos
Las pérdidas más significativas se ubicaron en naciones muy específicas. Brasil, Indonesia y República Democrática del Congo fueron las más afectadas. Durante todo el periodo de estudio se registraron pérdidas por 67.24 Mha, que equivale al 2.94% de la superficie forestal en el mundo.
No todo fueron pérdidas. También se registraron algunas ganancias en cobertura arbórea, aunque fue mucho menor que la superficie perdida. Se registraron 6.19 Mha con nuevos árboles. Los motivos por los que disminuyó o aumentó la superficie cubierta por árboles son distintas.
En el caso de las pérdidas la causa principal son las actividades humanas con 56.03%. Las actividades más importantes en este sentido fueron la tala, cambio de uso de suelo y deforestación que en conjunto suman el 53.93%. En el caso de la recuperación de superficie forestal se debió principalmente al incremento en las lluvias con 43.98%.
La superficie forestal es parte de los objetivos climáticos mundiales. En la Declaración de Glasgow, 141 países se comprometieron a frenar la deforestación para 2030. Sin embargo, los resultados están muy lejos de este ideal. En la región tropical apenas se registra una ganancia de 6.19 Mha con nueva cubierta forestal.
Los resultados del análisis de datos satelitales cuentan con una precisión de 97.31%. Se hizo una validación contra 150,000 puntos de confirmación sobre el terreno. Este grado de certidumbre supera a los monitoreos previamente existentes.
Más allá de las cifras, conocer el estado de la superficie forestal es necesario para actuar de una forma más acertada en la protección del medio ambiente. Quienes elaboran las políticas públicas tendrán que tomar en cuenta la cantidad y ubicación de la superficie forestal para crear estrategias efectivas que eviten la degradación y pérdida de biodiversidad, así como combatir al cambio climático.