Nueva explicación para las rayas de tigre de Encélado Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 diciembre, 2019
Encélado, la luna helada de Saturno tiene un fenómeno visual único: sus rayas de tigre. Para quienes no recuerden la forma de este satélite, su polo sur muestra unas marcas que recuerdan a la piel de estos grandes felinos. Sobre el cómo aparecieron ya se tenía una explicación pero un artículo publicado recientemente en arXiv propone una nueva explicación para aquellas marcas características.
Un planeta helado y fracturado
Una de las marcas características de Encélado son sus géiseres. Gracias a la sonda espacial Cassini, que visitó a Saturno y sus lunas por casi 13 años, conocimos mejor a esta luna helada. Los grandes chorros de hielo y vapor se volvieron una atracción espacial en 2005 gracias a las fotografías que llegaron a la Tierra.
Estas marcas que se encuentran en el polo sur de Encélado se volvieron atractivas para los investigadores por muchas razones. Además de su forma, ahí se detectaron moléculas orgánicas e hidrógeno. Con este indicio de alimento potencial para microbios la luna de hielo pasó a ser uno de los grandes objetivos de investigación.
Las rayas han sido observadas con detenimiento. Para reconocerlas se les dio nombres tomados de las mil y una noches: Baghdad, Cairo, Damasco y Alejandría. Estas marcas recorren 130 kilómetros en total y están espaciadas a unos 35 kilómetros entre sí, lo que llama la atención en un satélite de 500 kilómetros de diámetro.
En 2006 se dio una explicación para su origen. En aquella ocasión el Profesor de la Universidad de Santa Cruz, California, Francis Nimmo propuso un origen para esas marcas. Las rayas se habrían formado en una parte cualquiera del satélite y posteriormente habrían migrado al polo sur. La causa en este caso sería un punto de calor que brotó internamente y creó una burbuja de baja densidad. Ahora tenemos una nueva propuesta.
La superficie helada y un subsuelo de mayor temperatura, así como sus interacciones, son los protagonistas de esta nueva versión. La órbita alrededor de saturno produce mareas gravitacionales. Cuando éstas llegan aprietan a Encélado, al mismo tiempo que aumentan su temperatura. Cuando esto pasa se tienen las condiciones para que aparezcan fisuras y el polo sur tenía las mejores condiciones para que ocurriera.
Al sur de Encélado la capa de hielo es más delgada. Antes las mareas gravitacionales fue la región que cedió con más facilidad y el hielo se rompió. Posteriormente aparecerían otras grietas cercanas a la original. Con el paso del tiempo la temperatura volvería a bajar y la superficie se congelaría nuevamente, así habrían llegado esas rayas tan particulares de la luna saturniana.
Después de aquellas fracturas, la tensión sobre la superficie lunar se habría aliviado. Sobre las huellas de aquella fractura inicial aparecerían los géiseres que frecuentemente lanzan agua helada. De esta forma, la raya original y las que aparecieron en sus alrededores formaron una placa elástica. Las fisuras del polo sur fueron suficientes, así que el norte de Encélado no obtuvo ninguna raya.
Esta nueva teoría parece razonable. Incluso el profesor Nimmo, creador de la explicación previa, mencionó a la revista Science que “es muy probable que sea correcta”. El estudio fue dirigido por Douglas Hemingway del Instituto Carnegie de Ciencia en Washington, D.C. Seguramente seguirán los estudios sobre esta marca de Encélado. Aún cuando se tienen sospechas de dinámicas similares en otros puntos del sistema solar, como Europa (la luna de Júpiter), el tamaño de Encélado y sus condiciones de gravedad la hacen única.