Nuevo estudio respalda la idea de que la luna Europa tiene un océano habitable Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
26 junio, 2020
Europa es uno de los satélites más grandes de nuestro sistema solar. Su diámetro es de poco más de 3,100 kilómetros, casi 300 menos que nuestra Luna. Su órbita alrededor de Júpiter la mantiene en promedio a 780 millones de kilómetros del Sol, lo que provoca que su temperatura superficial sea inferior a los 160 grados Celsius. Con esa descripción pareciera un lugar inhóspito e inhabitable pero desde el paso de las sondas Voyager y Galileo se sospecha que bajo la superficie helada hay agua. Un estudio presentado recientemente en la conferencia virtual Goldschmidt expone algunas explicaciones sobre cómo se formó el agua subterránea y sus probabilidades para alojar vida.
¿Cómo obtener un océano subterráneo?
La investigación fue hecha por científicos del Laboratorio de Propulsión Jet (JPL, por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Los datos que se utilizaron para realizarla se tomaron de la misión Galileo que sobrevoló Júpiter a finales de los noventa y principios de este siglo. Aún cuando la sonda entró en la atmósfera de Júpiter para terminar sus funciones en septiembre de 2003, los datos que obtuvo siguen siendo útiles para la investigación científica.
“Fuimos capaces de modelar la composición y propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y el océano. Encontramos diferentes minerales que pierden agua y volátiles a diferentes profundidades y temperaturas. Calculamos estos volátiles que se estima provienen del interior, y encontramos que son consistentes con la masa predicha actualmente para el océano, esto significa que probablemente están en el océano”, afirmó Mohit Melwani Daswani, quien dirigió la investigación.
El océano de Europa pudo formarse a través del metamorfismo, eso concluyen los investigadores del JPL. Esto quiere decir que la descomposición radiactiva o las mareas subterráneas incrementaron el calor y la presión. Lo anterior provocó que el agua se separara de los minerales que la contenían, lo que provocó que comenzara a acumularse. Además de la forma en que se formó el océano, el equipo de investigación también encontró detalles sobre la evolución de este océano subterráneo.
En un principio las aguas subterráneas de Europa debieron ser altamente ácidas. En su composición original hubo concentraciones altas de dióxido de carbono, calcio y sulfato. Esta explicación se confirma con observaciones del telescopio espacial Hubble, que han detectado grandes cantidades de cloruro en la superficie helada de Europa. “En otras palabras, esta composición se volvió más parecida a la de los océanos de la Tierra. Creemos que este océano puede ser bastante apto para la vida”, mencionó Mohit Melwani Daswani.
En unos años saldrá la misión NASA’s Europa Clipper, que continuará con el estudio de esta helada luna de Júpiter. Los avances que se tengan sobre este satélite para el momento en que su próximo explorador salga al espacio serán de gran utilidad para enfocar sus observaciones. Los descubrimientos que se hagan sobre Europa no se quedan ahí, sino que nos ayudarán a comprender otros puntos del sistema solar. “Nuestros modelos nos llevan a pensar que los océanos en otras lunas, como el vecino de Europa Ganímedes, y la luna de Saturno Titán, posiblemente se formaron por procesos similares”, agregó Mohit Melwani Daswani.
Los resultados se presentaron virtualmente debido a la contingencia sanitaria que se vive a nivel mundial por la propagación del coronavirus SARS CoV-2. El congreso Goldschmidt es una de las reuniones geoquímicas más importantes del mundo, la organiza la Sociedad Geoquímica y la Asociación Europea de Geoquímica. Este año se realizaría en Hawaii pero se reubicó en línea. El próximo año está programada para ocurrir en Lyon, Francia.