Nuevos datos de la sonda espacial Juno revelan el interior de Júpiter Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
30 abril, 2025
La sonda espacial Juno entró en órbita alrededor de Júpiter en el verano de 2016. Los detalles que nos ha mostrado del gigante gaseoso y sus satélites nos ayudan a comprender mejor a un mundo de condiciones extremas.
Recientemente se anunciaron nuevos datos sobre Júpiter y su luna volcánica Ío. Estos son resultado de la inmersión de la sonda bajo las nubes jovianas y su acercamiento con Ío a finales de enero de este año.
Un gigante de extremos y su compañera volcánica
La actualización sobre los hallazgos de Juno se dio en la Asamblea General de la Unión de Geociencias Europea, en Viena. Los nuevos datos permiten desarrollar un nuevo modelo que permite comprender mejor la rápida corriente de chorro de los ciclones jovianos en el polo norte.
Además, permiten hacer por primera vez un perfil de la superficie de Ío que incluye su estructura interna y su actividad volcánica.
En el hemisferio norte de Júpiter hay vientos muy fuertes y ciclones de gran magnitud. Además, su luna Ío tiene la mayor actividad volcánica del sistema solar.“Todo sobre Júpiter es extremo”, comenta Scott Bolton en un comunicado de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Él es investigador principal en el Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas.
“El planeta es el hogar de gigantescos ciclones polares más grandes que Australia, corrientes de chorros feroces, el cuerpo más volcánico en nuestro sistema solar, la aurora más poderosa, y los cinturones de radiación más hostiles”, detalla el investigador.
Bolton menciona que el paso de Juno por nuevas regiones del sistema joviano, la cual califica de complejo, nos muestra de cerca la gran cantidad de energía que Júpiter ejerce.
Un instrumento clave en la obtención de los nuevos datos es el radiómetro de microondas (MWR). Otro de ellos es el Mapeador Infrarrojo de Auroras Jovianas (JIRAM).
Shannon Brown, quien trabaja para el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, señala que al equipo encargado de la misión Juno le gusta mezclar conjuntos de datos de diferentes instrumentos científicos. Resalta el gran aprendizaje que se obtiene de esta forma.
La combinación de de MWR y JIRAM reveló magma en Ío que no se ha solidificado en la superficie fría de Ío. Sobre toda esta luna joviana es posible encontrar flujos de lava fríos, de acuerdo con Brown.
Bajo la superficie de Ío corren remanentes lentos de lava. De acuerdo con los datos, esto ocurre en el 10% de la superficie de esta luna. Aquí hay una pista que ayudará a comprender cómo es que se renueva el flujo de lava desde el interior y se mueve el calor de este cuerpo celeste.
De acuerdo con datos de JIRAM, la erupción más energética que se conoce en la historia de Ío ocurrió el 27 de diciembre de 2024. Juno lo registró durante su último sobrevuelo.
Es posible que la actividad volcánica registrada a finales del año pasado continúe. En marzo de 2025 todavía había lanzamiento de ceniza y lava. El 6 de mayo la sonda espacial hará un nuevo acercamiento con Ío y conformará si el evento se mantiene activo. Volará a una distancia de 89,000 kilómetros de la superficie del satélite.
En cuanto al polo norte de Júpiter, una medición hecha con ondas de radio enviadas desde la Tierra ofrece nuevos detalles. Se realizó la primera medición de temperatura en el polo norte haciendo una refracción de ondas de radio a través de Juno.
Se encontró que la temperatura en el polo norte es 11 grados menor a sus alrededores. Además, los vientos ahí alcanzan los 161 kilómetros por hora.
Juno ha pasado mucho tiempo observando los ciclones jovianos desde diferentes puntos de su órbita. Eso le permitió reconocer un proceso al que se llamó “beta-drift” o “corriente-beta”.
En Júpiter los ciclones se desplazan hacia los polos. La causa es una mezcla del efecto Coriolis y el patrón circular del viento en Júpiter. A diferencia de los ciclones terrestres, los jovianos no se mueven solos, un ejemplo es el ciclón polar masivo del polo norte que está rodeado por otros 8 a su alrededor.
Al acercarse al polo norte, disminuyen la temperatura y humedad. Como resultado los ciclones se rompen y comienzan a interactuar con los que están cerca.
“Esta interacción no sólo estabiliza toda la configuración, sino que también hace oscilar a los ciclones alrededor de sus posiciones centrales, mientras se desplazan lentamente hacia el oeste, en sentido horario, alrededor del polo”, explica Yohai Kaspi. Él es co investigador de Juno en el Instituto de Ciencia Weizmann de Israel.
Los nuevos datos de Juno permiten hacer modelos más adecuados de la atmósfera joviana. Incluso podrían aplicarse en otros planetas como la Tierra.