Oymyakón: el lugar más frío del mundo Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
En la parte más oriental de la región de Siberia, justo a un lado del río Indigirka, se encuentra la localidad rusa de Oymyakón, un pequeño poblado de poco más de 900 habitantes, que podría parecer un pueblo ruso común y corriente, pero que tiene la peculiaridad de ser considerado el lugar habitado más frío del planeta.
Condiciones ideales para el frío
Siberia es un caldo de cultivo para las temperaturas extremadamente frías, gracias a sus largas noches de invierno, la abundancia de nieve y la ubicación en el interior de Rusia, lejos de cualquier cuerpo de agua que pueda tener un efecto moderador en su clima.
Además, la posición de Oymyakon, a 690 metros sobre el nivel del mar y en un valle entre dos cadenas montañosas, contribuye a su clima frío. El aire frío se acumula y se hunde hasta el fondo del valle, un fenómeno conocido como inversión térmica, en donde las montañas circundantes pueden ser decenas de grados más cálidas que el mismo valle.
El suelo del lugar es lo que se conoce como permafrost (una capa de suelo permanentemente congelada), aunque no siempre está cubierta por hielo o nieve. Se calcula que el suelo de esta región lleva congelado entre 1.4 y 1.85 millones de años.
El lugar más frío del planeta
En 1933 se registró una temperatura de - 67.7°C., la más baja registrada en una zona habitada. Aunque hay algunos investigadores que debaten que esta medición fue obtenida por extrapolación y no de manera directa. Aún así, esto sigue siendo considerado un récord de temperatura. Esta es la temperatura más baja registrada en el hemisferio norte, superada solo por las temperaturas en la Antártida, donde se han llegado a registrar -91 ºC cerca del macizo montañoso antártico.
Lagrimas y pestañas de hielo
Su nombre viene del yakuto y paradójicamente significa "agua que no se congela", esto debido a las aguas termales que se encuentran alrededor de Oymyakón. Pero en esta región todo se congela; de hecho los habitantes comentan que durante el crudo invierno (que dura 9 meses), todo lo que no está cubierto corre peligro de congelarse, incluso el papel de baño.
Los pescadores de la zona, por ejemplo, aseguran que un pez recién atrapado puede congelarse en menos de 30 segundos e incluso se dice que la gasolina de los automóviles se solidifica en cuanto el motor se apaga.
Aún así, los nativos de Oymyakon han aprendido a adaptarse a estas condiciones: la única escuela del pueblo cierra cuando las temperaturas descienden de los 52 ºC, y han adaptado espacios con calefacción especial para resguardar motores, electrodomésticos y otras herramientas de uso cotidiano.