Osteoporosis, otro riesgo de la contaminación del aire Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
7 enero, 2020
La mala calidad del aire es algo cada vez más común en las grandes ciudades. Las partículas PM2.5 son parte de la contaminación que percibimos comúnmente y fueron motivo de una investigación realizada por el Instituto de Salud Global de Barcelona. En la Ciudad de México son un factor de riesgo y se monitorean constantemente. Se les asocia con enfermedades respiratorias y cardiacas, aunque no son los únicos padecimientos que podrían relacionarse con ellas.
Los huesos, otro afectado por las partículas en el aire
Las partículas contaminantes que viajan en el aire son de distintos tipos. Las PM2.5 reciben su nombre porque son de un tamaño igual o menor a 2.5 micras. Se producen por actividades humanas como la conducción de automóviles o camiones, quema de madera o el funcionamiento de fábricas. En el cuerpo humano se depositan en la región traquiobranquial y son capaces de llegar hasta los alvéolos.
Un estudio realizado en los alrededores de Hyberabad, al sur de India, mostró que los riesgos de las PM2.5 es mayor de lo imaginado. La contaminación del aire está ampliamente documentada en padecimientos como cáncer de pulmón, ataques fulminantes, enfermedades respiratorias, entre otras. Sin embargo, los huesos no son tan fáciles de asociar.
El estudio se realizó en 28 pueblos alrededor de Hyberabad. Participaron 3,700 personas. El objetivo era reconocer la relación que pudiera existir entre la salud de los huesos y la calidad del aire. El estudio forma parte del proyecto CHAI y los resultados se publicaron en Jama Network Open.
Los investigadores se basaron en un modelo local para medir la exposición a PM2.5, así como carbón negro. También se realizó un cuestionario para conocer los hábitos de cocina de los participantes, en busca de reconocer su uso de carbón. Además se hizo una radiografía especial que mide la densidad de los huesos llamada absorciometría de rayos X de energía dual. La medición se realizó sobre la espina lumbar y la cadera izquierda.
Los resultados del estudio son directos: las PM2.5 tienen un efecto negativo en los huesos. La exposición al carbón para cocinar no mostró relación con una disminución de biomasa. Por su parte, la contaminación del aire de las micropartículas se relacionó con un nivel menor de masa en los huesos.
En Hyberabad y sus alrededores los habitantes respiran una gran cantidad de aire contaminado. El promedio anual de exposición en esta parte de la India es de 32.8 gramos por metro cúbico, lo que queda por encima de los 10 gramos por metro cúbico que la Organización Mundial para la Salud define como máximo aceptable.
Los habitantes de Hyberabad y otras ciudades contaminadas corren riesgos más allá de los ampliamente conocidos. Además de sus pulmones y corazón, sus huesos se ven afectados. “La inhalación de partículas contaminantes puede producir pérdida de masa en los huesos mediante estrés oxidativo e inflamación causadas causadas por la contaminación del aire”, comentó Otavio T. Ranzani, primer autor del artículo.
La situación del aire en las ciudades hindúes es mucho más complicada que en las mexicanas; sin embargo, no estamos exentos. Las grandes ciudades de nuestro país también tienen problemas con la calidad de su aire. Ciertas épocas del año son motivo de alertas ambientales y ahora, además de proteger nuestras fosas nasales tendremos que considerar el riesgo para nuestros huesos. Se trata de una primer investigación en este sentido y habrá que ahondar en los efectos que tienen la contaminación en nuestros cuerpos.