Países bajos cosecha plátanos sin tierra Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
1 febrero, 2019
Por: Luis Moctezuma
En la década de los 50 del siglo pasado el “Mal de Panamá” acabó con la variedad más popular de plátano y ahora hay una nueva amenaza sobre la variedad que le sobrevivió. Durante mucho tiempo las bananas Gros Michel fueron las más consumidas en el mundo; sin embargo, ante el ataque de un hongo estas desaparecieron. Su lugar fue ocupado por la variedad de plátano Cavendish, esta se basa en un clon genético, lo que la hace frágil ante ataques de hongos.
Para evitar la desaparición de la variedad Cavendish, que representa el 95% de las ventas de este fruto a nivel mundial, se han propuesto distintas soluciones. Durante el verano del 2018, cuando se dio la alarma por la expansión del hongo Fusarium oxysporum, se propusieron alternativas distintas. Una de ellas consistía en hacer híbridos de esta variedad de plátano para hacerlo resistente. Desde la Universidad de Wageningen se buscó una alternativa distinta: alejar a la planta de las condiciones que promueven el hongo, esto incluía desaparecer la tierra del cultivo.
Cultivos sin tierra en un país sin plátanos
La producción de plátanos se realiza en climas cálidos. Asia, África y América son grandes productores de plátanos y los dos primeros están siendo afectados por el hongo que ataca al plátano Cavendish. Este hongo nace en la tierra, posteriormente se propaga a través del agua y la arcilla. Herramientas y calzado humano de uso común transportan a este hongo ayudándole a alcanzar cada vez a más plantas genéticamente iguales y débiles ante él.
Países Bajos no es un productor de plátanos pero ya tiene su primer cosecha diseñada para ser resistente al hongo. La clave fue evitar el contacto de la planta con tierra en donde el hongo pudiera desarrollarse y atacar a los plátanos. Gertz Kema y su equipo de investigación trabajan en laboratorio y próximamente planean probar su método en lugares donde normalmente crece la planta.
Para crecer, la planta recurre a un sustrato. Este se compone de fibra de coco y lana mineral (que se obtiene de roca basáltica). Con estos las raíces logran asentarse sin necesidad de tierra y de ahí obtienen los nutrientes necesarios. Para Kema, el método es muy distinto a la hidroponia ya que la base no es el agua sino el sustrato.
Un fruto en riesgo
El plátano forma parte de la dieta de muchos. En términos económicos, conforma un negocio de 36 mil millones de dólares (únicamente la variedad Cavendish). Aproximadamente 400 millones de personas alrededor del mundo lo consumen. Por ahora el sudeste asiático y el este africano ya recibieron al hongo. América del sur se mantiene libre del hongo por ahora, pero no es imposible que aparezca.
Las pruebas de laboratorio hechas en la Universidad de Wageningen son una alternativa pero no una solución definitiva. Chiquita Brands, una empresa suiza dedicada a las bananas trabaja en conjunto con los investigadores de Wageningen, ya realizan pruebas en Filipinas para poner a prueba la efectividad del método. La industria platanera también está buscando soluciones y el uso de sustratos es sólo una de ellas.
Ya hace unas décadas se perdió una variedad de plátano por un ataque de hongos. Esta vez se toman medidas para evitar que vuelva a ocurrir. Entre los puntos de comparación entre Gros Michel y Cavendish está que la primera tenía mejor sabor, con el manejo adecuado de esta nueva amenaza podrá sumarse que la segunda variedad si sobrevivió a los hongos.