Perseverance encontró una roca con posibles indicios de vida microbiana en Marte Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
27 julio, 2024
El 18 de febrero de 2021 el rover Perseverance llegó a la superficie de Marte y uno de sus objetivos es encontrar rastros de vida en el pasado de este planeta. Se cree que hace miles de millones de años pudo existir vida microbiana en el planeta rojo.
Recientemente el rover encontró una roca que parece tener evidencia de lo que tanto ha buscado. El 25 de julio de 2024 la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) lo anunció en su sitio web.
¿Evidencia de vida microbiana en Marte?
La roca que encontró Perseverance y llamó la atención de sus operadores recibió el apodo de “Cheyava Falls”. Tiene forma de punta de flecha y algunas de sus características podrían ayudar en la investigación de si hubo alguna vez vida microbiana en Marte.
El rover realizó un análisis con sus instrumentos. Los resultados indican que tiene cualidades que coinciden con los criterios de posibles indicadores de vida antigua.
En la roca hay señales químicas y estructuras que podrían haberse formado a causa de seres vivos hace miles de millones de años. En aquella época la región que explora Perseverance, el cráter Jezero, era un río por el que corrían corrientes de agua.
“Cheyava Falls” fue recolectada el 21 de julio de 2024. Es la muestra número 22 de núcleo de roca que ha recolectado Perseverance. Mide 1 metro por 0.6 metros. Se le dio el nombre de una cascada del Gran Cañón.
El rover la encontró mientras exploraba el límite norte de Neretva Vallis. Esta zona es un antiguo valle fluvial de 400 metros de ancho que fue esculpido por el agua.
“Este viaje por el lecho del río de Neretva Vallis dio sus frutos, ya que hemos encontrado algo que no habíamos visto nunca antes, lo que dará a nuestros científicos mucho que estudiar”, relata Nicola Fox. Ella es administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington.
Para el análisis de “Cheyava Falls” se recurrió al instrumento Análisis de entornos habitables con Raman y luminiscencia para productos orgánicos y químicos (SHERLOC). Este capturó distintas imágenes escaneando la roca.
Los resultados del análisis hecho por SHERLOC indican que la roca contiene compuestos orgánicos. Estas moléculas con base de carbono son los componentes básicos para la vida; sin embargo, también pueden formarse por procesos no biológicos.
“Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance haya investigado hasta ahora”, menciona Ken Farley. Él participa como científico en el proyecto Perseverance por parte del Instituto Tecnológico de California (Caltech) de Pasadena.
“Por un lado, tenemos nuestra primera detección convincente de material orgánico: manchas de colores característicos que son indicativas de reacciones químicas que la vida microbiana podría utilizar como fuente de energía; y pruebas claras de que el agua, que es necesaria para la vida, alguna vez pasó por la roca”, explica Farley.
“Por otro lado, no hemos podido determinar con exactitud cómo se formó la roca y hasta qué punto las rocas cercanas pueden haber calentado la roca Cheyava Falls y contribuido a la formación de estas características”, concluye el científico.
Para su búsqueda de rastros de vida en el pasado marciano, Perseverance se ha enfocado en rocas que pudieron crearse o ser modificadas por la presencia de agua. SHERLOC fue creado para hacer observaciones en este tipo de material para buscar agua.
En “Cheyava Falls” se observan unas largas vetas blancas de sulfato de calcio que se extienden a lo largo. Entre ellas hay franjas de material rojizo que podría ser hematita, uno de los minerales característicos de Marte y que le dan su color rojizo.
Durante el análisis de Perseverance se encontraron manchas milimétricas blanquecinas de forma irregular, a su alrededor había material negro que le daba una forma similar a las manchas de leopardo. Se analizaron con el Instrumento planetario para litoquímica de rayos X (PIXL) y determinó que estas aureolas contienen hierro y fosfato.
“En la Tierra, este tipo de características de las rocas se asocia a menudo con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”, comenta David Flannery. Él es astrobiólogo y miembro del equipo científico de Perseverance en la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia.
En la Tierra este tipo de manchas aparecen en rocas sedimentarias a causa de reacciones químicas de la hematita en que el color de la roca cambia de rojo a blanco. Esas reacciones liberan hierro y fosfato, que pudieron formar las aureolas negras en “Cheyava Falls”. Este tipo de reacciones pueden ser fuente de energía para microbios.
Por el momento, el equipo de Perseverance considera una hipótesis. Originalmente “Cheyava Falls” fue un depósito de lodo donde se mezclaron compuestos orgánicos. Esta mezcla se convirtió en roca y un segundo flujo líquido ingresó por las fisuras, llevando los minerales que formaron las vetas.
Aunque los análisis de los instrumentos a bordo de la misión son alentadores. El equipo científico de la misión considera que antes deben estudiarse otros factores que pudieron darle esas características. Por lo tanto, serán necesarias más investigaciones que permitan validar la posibilidad de que alguna vez hace miles de millones de años hubo vida en Marte.