Por primera vez se observa una pareja de agujeros negros Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 junio, 2024
OJ 287 es una galaxia que se encuentra a 4 mil millones de años luz. Ahí se observó por primera vez a un pequeño agujero negro que acompaña a otro de mayor tamaño.
La primera vez que se planteó esta posibilidad fue un equipo de investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia. Ahora son varios los equipos de investigación que lo han confirmado.
Una observación que confirmó a un par de agujeros negros
En 2021 la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) apuntó su satélite cazador de exoplanetas hacia OJ 287. El objetivo era confirmar la teoría que había propuesto un equipo de investigadores de Tuku.
Para obtener datos que permitieran decidir si realmente había dos agujeros negros al centro de esta galaxia se recurrió a un satélite diseñado para buscar planetas. El Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS) se creó para reconocer planetas alrededor de estrellas enanas y brillantes.
TESS es capaz de observar planetas pequeños y rocosos, así como gigantes. Esto permite estudiar la diversidad planetaria en nuestra galaxia. Hasta ahora ha encontrado 410 exoplanetas que han sido confirmados alrededor de otras estrellas.
En 2021 TESS tuvo una misión distinta a lo que está acostumbrado. Observó hacia una galaxia muy alejada. Lo que buscaba eran agujeros negros y encontró evidencia de un agujero negro masivo en órbita de uno gigante de 100 veces su tamaño.
Durante algunas semanas TESS monitoreo al agujero negro de mayor tamaño y el chorro asociado a este. Los investigadores reconocieron al agujero negro pequeño por un repentino estallido de brillo.
Este evento no se había observado antes en OJ 287. Pauli Pihajoki, quien es investigador en Turku, lo predijo en su tesis doctoral que fue presentada en 2014. De acuerdo con el documento, el siguiente estallido ocurriría en 2021. Esto llevó a que distintos satélites y telescopios enfocaran al mismo objeto por algún tiempo.
El 12 de noviembre de 2012 el TESS detectó el estallido. Esto ocurrió a las 2 a.m. hora de Greenwich, que equivale a las 8 p.m. del 11 de noviembre en el centro de México. El evento duró 12 horas. El Telescopio Swift de la NASA apuntaba hacia el mismo objetivo en ese momento y confirmó el evento.
Simultáneamente, Staszek Zola de la Universidad Jagellónica en Cracovia, Polonia, colaboró con la investigación. El evento fue confirmado por varios telescopios alrededor del mundo. En todo momento al menos uno de ellos podía observar el cielo nocturno durante aquel día.
Desde Estados Unidos, Svetlana Jorstad dirigió a un grupo de observadores que confirmaron el descubrimiento estudiando la polarización de la luz antes y después del estallido.
El evento ocurrió por que el agujero negro pequeño tragó una gran rebanada del disco de acreción al rededor del gran agujero negro y lo convirtió en un chorro de gas que salió disparado.
Durante 12 horas ese chorro de gas que salió disparado fue más brillante que el hollo negro grande. Esto provocó que el color de OJ 287 fuera menos rojo y se volviera amarillento. Después del estallido volvió a verse rojo.
“Por lo tanto, ahora podemos decir que hemos 'visto' un agujero negro en órbita por primera vez, de la misma manera que podemos decir que TESS ha visto planetas orbitando otras estrellas”, menciona en un comunicado el profesor Mauri J. Valtonen, quien aparece como primer firmante del estudio.
“probablemente pasará mucho tiempo antes de que nuestros métodos de observación se hayan desarrollado lo suficiente como para captar una imagen incluso del agujero negro más grande”, agrega Valtonen.
Habrá otros métodos que ayudarán a confirmar la existencia del pequeño agujero negro. “Se espera que emita ondas gravitacionales de nano-Hertz”, explica Achamveedu Gopakumar del instituto Tata para Investigación Fundamental en India.
Los resultados fueron publicados en The Astrophysical Journal Letters. Es la primera vez que se observa un evento de este tipo y como suele pasar en astronomía, ahora que está confirmada su existencia, podemos esperar que otros investigadores buscarán eventos similares para comparar resultados.