¿Qué significa la salida de EE.UU. del Acuerdo Climático de Paris? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
6 enero, 2017
Por: Alejandra Almed
Bajo la filosofía de Estados Unidos primero, Trump ha dado la espalda al planeta entero. El grito unánime de la comunidad científica no fue escuchado y Donald Trump rechazó hoy el Acuerdo de Paris para luchar contra el cambio climático.
“Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París. No se puede poner a los trabajadores ante el riesgo de perder sus empleos. No podemos estar en permanente desventaja”, afirmó Trump.
A finales del 2015, representantes de 196 países se reunieron en París para discutir las medidas para enfrentar el cambio climático, la más importante: mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados Celsius respecto a la era industrial.
El acuerdo fue considerado histórico pues por primera vez se llegó a un consenso entre los casi 200 países sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero parece que la coalición y el compañerismo duró menos de 2 años, pues el día de hoy, 1 de junio de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el país norteamericano quedaba fuera del acuerdo climático de Paris. Algo que sin duda preocupa y pone en riesgo los planes del mundo para combatir este importante problema.
Según algunos expertos, aunque Trump hubiera permanecido dentro del Acuerdo, sus políticas apuntan a hundir la capacidad nacional de alcanzar las metas del Acuerdo de París para el 2025. Según los analistas, la decisión del mandatario de salirse podría permitir que E.U.A libere 0.4 gigatoneladas más de dióxido de carbono para el año 2030.
Bajo el acuerdo, E.U.A se comprometía a reducir sus emisiones de dióxido de carbono de un 26 por ciento a un 28 por ciento para el año 2025. Pero ahora las acciones y los planes políticos del presidente pueden reducir de 11% a 12% los esfuerzos previamente planificados por Estados Unidos para lograr las metas de Paris.
Son varias las políticas del presidente estadounidense que frenan o disminuyen los objetivos y metas planteados por el Acuerdo. No obstante el objetivo final de París todavía esta fuera del alcance de Estados Unidos, según algunos expertos.
Por un lado la acción reguladora del presidente puede quedarse solo en palabras pues la revocación y alteración de estas regulaciones lleva tiempo y ya son muchos los grupos ecologistas que están, sin lugar a dudas, luchando contra cualquier cambio en los tribunales.
Además, las fuerzas económicas del mercado están influyendo en gran medida en las emisiones de la nación, en particular el crecimiento del mercado de gas natural y de las energías renovables.
La energía solar y eólica son ahora tan competitivos que están desplazando al carbón en muchos países. En EE.UU., la generación de energía eléctrica a base de carbón se redujo en más de la mitad en la última década, mientras que el consumo de energía solar subió 5,000 por ciento durante ese mismo periodo.
En otras palabras, no se puede frenar un mercado que actualmente apunta para un mejor cuidado al medio ambiente.
Así mismo, los gobiernos estatales están luchando para disminuir las emisiones de dióxido de carbono; California desafió a la Casa Blanca y está llevando a cabo sus propias regulaciones climáticas rigurosas.
Actualmente Estados Unidos ha reducido sus emisiones de carbono de manera significativa gracias a las decisiones del sector energético de retirar plantas de carbón y darle paso a energías renovables y gas natural. Gracias a esas fuerzas del mercado “ya ??estamos reduciendo significativamente las emisiones en el sector energético”, explica Kevin Kennedy, director adjunto de la Iniciativa de Clima de Estados Unidos del Instituto de Recursos Mundiales. Sin embargo, sin un plan alternativo o sin políticas que regulen estas medidas se espera que las emisiones del país se estabilicen en lugar de que disminuyan.
“Las reducciones de emisiones dependen de la cooperación” explica David Keith, profesor de física aplicada y Política Pública en la Universidad de Harvard. En este momento, China e India, son dos de los principales emisores de gases de efecto invernadero y si siguen con sus planes de reducir las emisiones, según el nuevo informe, los objetivos de París pueden lograrse.
Hoy en día, regiones enteras en China e India ya están buscando energía 100 por ciento renovable y los nuevos planes de ambos países para satisfacer las futuras necesidades energéticas requieren cada vez menos plantas de carbón.
Sin embargo, lo peligroso, según Noelle Selin, directora asociada del Instituto Tecnológico de Massachusetts De Tecnología y el Programa de Política, seria que E.U.A, el segundo emisor global de gases de efecto invernadero y una de las grandes potencias mundiales, no presione lo suficiente para las acciones climáticas más ambiciosas, lo que puede conducir a otras naciones a no cumplir con sus objetivos y unirse a la doctrina aislacionista.
Pero también podría tener el efecto contrario. La Administración de Trump está dejando las tecnologías energéticas del futuro para que otros países las desarrollen, y muchas naciones ven una oportunidad económica.
Muchos expertos han apuntado que los Estados Unidos, al retirarse del acuerdo de París, están cediendo su papel de liderazgo ante el mundo.
Pero la realidad es que Estados Unidos nunca ha sido líder en el combate del cambio climático; esta es una de las principales razones por las que el acuerdo de París ha sido señalado como débil. Es más, si de algo ha sido líder Estados Unidos en cuanto al cambio climático, es en generarlo.