¡Rayos, truenos y relámpagos! ¿Se puede aprovechar la energía de un rayo? Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
18 junio, 2021
Hace algunas semanas, la CDMX vivió una gran tormenta eléctrica, que sorprendió a todos por su intensidad y larga duración, y la cual me hizo cuestionar acerca de la gran cantidad de energía que liberan estos fenómenos y sobretodo, si sería posible aprovechar esta energía y utilizarla en el día a día.
Pero mi pregunta no llegó muy lejos, pues tan solo al buscar una respuesta, Google me arrojó miles de resultados que afirmaban: “Es imposible aprovechar la energía de un rayo”.
Cada año se registran más de 16 millones de tormentas eléctricas en la Tierra, por lo que, en estricta teoría, esta idea de aprovechar la energía eléctrica de un rayo resolvería el problema energético del mundo. Cada rayo tiene una carga aproximada de 1,388 kWh, lo que corresponde a 5 mil millones de Joules o la energía que genera aproximadamente .85 barriles de petróleo (un estudio reciente encontró que un rayo puede tener hasta 1,300 millones de voltios). Sin embargo, el gran problema que evita que aprovechemos esta energía es cómo cosecharla.
Por supuesto mi primera idea fue construir una granja eléctrica en la que se pudiera, ya sea través de grandes pararrayos o de torres eléctricas, canalizar la energía de los rayos hacia una especie de banco de energía que después pudiera distribuirla a centrales eléctricas, ciudades o poblados.
Pero esto no es algo nuevo y es una idea que ya ha sido desestimada por la dificultad que representa capturar y almacenar estas grandes cantidades de energía, pues la mayoría de los conductores se verían seriamente dañados o incluso se derretirían por completo con la temperatura generada por un rayo que llega a los 30,000 ºC. Además, está el problema de la poca cantidad de energía que llega en un rayo que toca tierra, pues la mayor parte de esta energía se convierte en calor cuando este llega a la superficie terrestre.
Según una investigación de la Universidad de Florida, se necesitarían docenas de torres eléctricas, para poder encender 5 bombillas comunes durante un año, lo que nos da una idea de la poca efectividad que tendría este tipo de cosecha energética y es que a pesar de que la cantidad de energía que se genera en una tormenta eléctrica es comparable a la explosión de una bomba atómica, la realidad es que a la hora de capturar y almacenar esta energía, la merma es tanta que sería imposible utilizarla.
Por si esto no fuera suficiente como para desechar la idea de aprovechar la energía de los rayos, también está el detalle de que nadie puede predecir con exactitud, dónde y cuándo ocurrirán las tormentas eléctricas, por no mencionar que es casi imposible predecir dónde caerá exactamente un rayo.
A pesar de todo lo que ya hemos mencionado, un grupo de científicos franceses logró hacer funcionar esta idea en 2012 en una pequeña escala y con descargas eléctricas generadas en un laboratorio, lo que deja la puerta abierta a que en un futuro, si los avances tecnológicos lo permiten, esta loca idea que han tenido muchos investigadores de poder aprovechar la energía de estas poderosas descargas, se convierta en una realidad.
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