Rodio: el metal más raro del mundo Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Fue descubierto en 1803 por el químico inglés William Hyde Wollaston quien lo extrajo de una pieza mineral de paladio obtenida en América del Sur. El rodio a menudo se obtiene de la extracción y el refinado de platino.
El químico francés Hippolyte-Victor Collet-Descotils, fue quien dijo que el color rojo de algunas sales de platino se debía a la presencia de un metal aún no identificado. Así fue como posteriormente, después de una serie de reacciones químicas, Wollaston, pudo extraer el platino y el paladio del mineral y se quedó con un polvo rojo más oscuro, que resulto ser cloruro de sodio y rodio.
Su nombre proviene de la palabra griega rhodon que significa rosa y se le dice así por el color de sus sales, mas el color del este elemento es planteado. Pertenece al grupo del platino (platino, paladio, rodio, osmio, iridio y rutenio). Es el más raro de este grupo, pues solo se produce una parte por cada 200 millones en la corteza terrestre, asi como el menos tóxico del grupo, según las pruebas que se han aplicado a plantas.
Las características más comunes del grupo del platino son los altos puntos de fusión, la no toxicidad y la resistencia al desgaste. El rodio no reacciona fácilmente al oxigeno, por lo que se considera un metal noble. Actúa como catalizador y es resistente a la corrosión y la oxidación; tiene una densidad más baja que el platino y un punto de fusión más alto. Este metal se ve afectado por el agua a una temperatura mayor a 600 grados centígrados.
El rodio comercial se obtiene generalmente de un subproducto del refinamiento de cobre y níquel; mas en la naturaleza se puede encontrar solo o en conjunto con otros minerales de platino.
Debido a su rareza, el pequeño mercado y el suministro tan concentrado (tan solo Sudáfrica produce aproximadamente el 80% del rodio del mundo), sus precios suelen ser muy volátiles. Justo antes de la crisis financiera, este metal alcanzó un precio de 10,025 dls la onza, sin embargo después de la crisis del 2008 se desplomó un 90%. En 2017 su precio alcanzaba los mil dólares por onza.
Muchos proyectos nuevos de investigación están demostrando que este metal precioso puede tener más potencial como catalizador. El Instituto Paul Scherrer (PSI, por sus siglas en ingles), y el ETH Zurich desarrollaron un nuevo proceso químico que utiliza la energía solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en combustibles de alta energía. Este proceso implica una combinación de material de óxido de cerio y pequeñas cantidades de rodo como catalizador. Este descubrimiento es un paso hacia el almacenamiento químico de la energía solar, que ha sido un peso importante en para los científicos. Con este estudio, publicado en la revista Energy and Enviromental Science, se ha logrado avanzar un poco más hacia el desarrollo de las energías limpias.
Otro de sus usos es para dar el acabo brillante a las joyas, pues este material resiste al deslustre y es bastante radiante. Así mismo se alea con platino para los motores de turbina de los aviones y en la industria química se usa principalmente como catalizador. Entre otros usos del rodio se encuentran el recubrimiento de fibras ópticas, cristales, elementos termoeléctricos, faros reflectores y como material de contacto eléctrico por su resistencia a la corrosión y su baja resistencia eléctrica. Por estas características a menudo también se alía con el platino e iridio para la fabricación de bobinados de hornos, electrodos para bujías, cojinetes, termopares de alta temperatura, entre otros.
Sin embargo, uno de sus principales usos y el más común es en los convertidores catalíticos para limpiara las emisiones de los vehículos. Este, junto con paladio y platino logra reducir el óxido de nitrógeno en los gases del escape. Esto quiere decir que sin el rodio como catalizador, el aire en nuestras ciudades sería mucho peor de lo que esta ahora, debido a los escapes de los vehículos.