¿Se pueden predecir los terremotos? Copiar al portapapeles

Septiembre es un mes que los mexicanos tenemos presente por muchas razones y una de ellas son los terremotos. Para muchas personas este periodo es de intensa actividad sísmica.

La posibilidad de predecir terremotos aún es lejana. ¿Qué hace que estos eventos no se puedan conocer con anticipación?

Una predicción poco confiable

Desde que comienza septiembre las redes sociales se llenan de advertencias sobre temblores en México. Sin embargo, no es posible definir con anticipación cuándo ocurrirá uno
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) explica que no existe una técnica que permita predecir los sismos. Toma como ejemplo a naciones con una fuerte inversión en desarrollo tecnológico como Japón o Estados Unidos para explicar que no existe una técnica predictiva para este tipo de fenómenos.
Tanto geólogos, como físicos, matemáticos, ingenieros, biólogos y otros profesionales han buscado la forma de advertir su presencia con anticipación. Hasta ahora no se tiene ningún método que lo permita.
Un ejemplo de estos intentos nos lleva a Parkfield, California, en Estados Unidos. Se le conoce como la capital mundial de los terremotos. Ahí se reconoció un detalle estadístico: aproximadamente cada 22 años ocurría un temblor de magnitud superior a 6.
Con los datos previos se predijo un terremoto entre 1988 y 1992. Previendo esto se instaló un equipo de medición geodésica. Contaba con artefactos que medirían el mantel de los niveles freáticos, la resistencia eléctrica, los campos magnéticos y los cambios geoquímicos en la zona.
El terremoto no ocurrió en las fechas que se esperaba. En 2004 Parkfield vivió uno que superó los 6 grados; 12 años después de la predicción máxima.

¿Los temblores aparecen sin aviso?

Si bien, no es posible predecir cuándo ocurrirá un terremoto, si se puede pronosticar. Algunos datos estadísticos permiten conocer las condiciones que favorecen la presencia de uno. Esto no significa que se tenga una fecha exacta para la próxima vez que ocurra uno.

Para hacer un pronóstico se toma como referencia un conjunto de datos de una región específica. Esto incluye eventos sísmicos a lo largo de su historia, un mapa de las fallas que se ubican en la zona, así como las velocidades de las placas tectónicas presentes. Así se estima el riesgo de un terremoto en rangos de 20 a 50 años.

Un sismo ocurre cuando se libera energía acumulada bajo la superficie terrestre. Los movimientos de las placas tectónicas orientan esta liberación de energía. A veces se libera poca y en ocasiones mucha.

La alerta sísmica se activa al reconocer el movimiento, cuando el temblor está en proceso. La distancia entre el epicentro y las poblaciones a donde es capaz de llegar permite tomar precauciones. No se anticipa información, se comunica inmediatamente cuando ya está activo el sismo.

México es un país con actividad sísmica frecuente. Se ubica cerca del cinturón sísmico del Pacífico, una de las regiones más activas del planeta. No se puede predecir un temblor pero si es posible tener presentes las medidas de precaución para cuando las condiciones favorezcan la aparición de uno.

Fuentes

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