Si el norte fuera el sur…magnético Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
2 enero, 2017
Todos sabemos que nuestro planeta tiene dos polos magnéticos -que no coinciden con los polos geográficos- que se crean por el movimiento del metal fundido que forma el núcleo exterior de la Tierra y que crean la magnetosfera que nos protege de los vientos solares (bueno, ahora lo saben). Pero, además de que todas las brújulas magnéticas apuntarían al sur en lugar de al norte, ¿qué pasaría si estos dos polos magnéticos se invirtieran?
La realidad es que la inversión de los polos magnéticos no es algo nuevo, pues a lo largo de la historia de la Tierra, estos han cambiado en muchas ocasiones. Los científicos calculan que alrededor de cada 250 mil años, el campo magnético dipolar del planeta cambia de sentido. La razón del cambio de dirección en el campo magnético terrestre, aún crea una gran división de opiniones entre los científicos.
La última inversión de la cual se tiene datos, fue hace unos 780 mil años y a pesar de que se pensaba tomaría un período de tiempo considerable para que los polos se invirtieran, esta se dio en apenas 100 años, según calculan los científicos.
Actualmente se ha detectado una baja en la intensidad del campo magnético de la Tierra y según los datos arrojados por nuevos estudios, el campo magnético se encuentra disminuyendo su intensidad 10 veces más rápido de lo normal, lo cual lleva a pensar que estamos viviendo una próxima inversión magnética, aunque el término “Próxima” sea completamente relativo, pues la inversión podría tardar cientos de años en llevarse a cabo.
La gran preocupación que tiene la comunidad científica al respecto de este cambio de polaridad responde a que durante el proceso la Tierra se encontrará desprotegida ante los vientos y radiaciones solares, pues la magnetosfera estará muy disminuida durante este cambio y los efectos de esto podrían llegar a ser devastadores tanto para la vida en el planeta como para las telecomunicaciones, infraestructuras eléctricas y otras industrias que utilizan este tipo ondas y según los expertos, no nos encontramos preparados para este cambio de polaridad magnética.
Como ya lo mencionamos antes, el núcleo exterior de la Tierra, conformada por metales fundidos que se encuentran en constante movimiento, es el encargado de crear el campo magnético del planeta, pero durante la inversión, este campo se verá disminuido hasta un 10% de su intensidad actual, por lo cual dejará a nuestro planeta desprotegido contra las partículas cargadas que llegan a la Tierra.
Resulta casi imposible determinar con seguridad cual será el impacto de esta inversión magnética, pues la falta de datos reales acerca de este fenómeno, provocan que los investigadores se encuentren inciertos acerca de las consecuencias. Aunque se presume que la tasas de cáncer se elevarán drásticamente y que los satélites, la aviación, las comunicaciones y las infraestructuras de nuestro planeta se verán seriamente afectadas.
Podríamos darnos una idea de las consecuencias con el fenómeno ocurrido en el año 2003 y que es conocido como la “Tormenta de Halloween”. Esta tormenta causó apagones de gran magnitud en la red eléctrica en Suecia, auroras boreales pudieron verse en lugares en los que nunca antes se habían apreciado, como Florida y Texas, diversas aerolíneas tuvieron que redirigir sus rutas polares, el sistema de navegación GPS de los aviones estuvo fuera de servicio durante más de 30 horas y un satélite de Japón terminó seriamente dañado, todo esto debido a las grandes erupciones solares que fueron demasiado intensas para que nuestra magnetosfera las detuviera.
Esto sólo sería una pequeña muestra de lo que podría ocasionar la inversión polar de nuestro planeta, la cual se traduciría en pérdidas multimillonarias diariamente, confusión en muchas especies animales que se orientan con el campo magnético de la Tierra y muchos cambios naturales más, que afectarían la vida terrestre.
Es por esto que los expertos aseguran que es momento de comenzar a prepararnos para este fenómeno.