Tifón Nepartak: anatomía de una tormenta casi perfecta Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
7 agosto, 2016
A las 6:30 am hora local del viernes 7 de julio, el tifón Nepartak tocó tierra en el sureste de Taiwán como un tifón de categoría 4 -con vientos de hasta 234 km por hora –. Tras dejar un saldo de dos muertos y 72 heridos en la isla asiática, la tormenta se degrada poco a poco y se dirige al este de China.
Nepartak, ahora con vientos de 150 km por hora y aún como tifón categoría 1, representa una seria amenaza para el este de China, país que en los últimos días ha sufrido lluvias torrenciales que a la fecha, han provocado la muerte de 164 personas, numerosos heridos y al menos 26 desaparecidos.
El tifón Nepartak, es el primer tifón en formarse en el Pacífico noroccidental en 2016. Golpeó la isla de Taiwán con fuertes lluvias y poderosos vientos, forzando el cierre de escuelas, oficinas y negocios. Fotografías y videos compartidos en las redes sociales muestran escenas de gran destrucción, con edificios destruidos, arboles caídos y coches y camiones volcados.
Nepartak es una tormenta atípica memorable. No sólo por su fuerza amenazadora, sino también por la impactante velocidad de sus vientos. En tan sólo tres días, la tormenta evolucionó de una tempestad apacible a una mega tormenta de categoría 5. Recibió un gran impulso de las aguas inusualmente cálidas en el Pacífico.
Los huracanes o tifones se forman donde los mares emiten calor y los vientos se estancan. Esto crea un sistema de baja presión rico en aire caliente y húmedo. Los vientos que rodean los sistemas de alta presión giran en espiral formando un ciclón. Mientras la tormenta se encuentre sobre aguas de al menos 26º C, continuará fortaleciéndose. A medida que esté más caliente la superficie del océano, más rápido crecerá el ciclón.
Para Nepartak, las condiciones fueron ideales. Las aguas en el Mar de Filipinas superaron los 30º C, reforzando el ciclo y produciendo una aterradora tormenta casi perfecta.
El calentamiento global pudo haber desempeñado un papel importante. Los océanos absorben el 93 por ciento del calor atrapado por el exceso de CO2. Eso es una tremenda cantidad de energía en espera de ser descargada mediante poderosos ciclones. Las aguas más cálidas aumentan el límite de velocidad para los tifones, produciendo tormentas más fuertes en un periodo de tiempo más corto.
Nepartak se ajusta perfectamente a la reciente tendencia de peligrosas y poderosas tormentas que crecen cada vez más rápido.
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Fuentes: