Un complejo arquitectónico prehispánico se escondía en la Amazonía ecuatoriana Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 enero, 2024
La selva amazónica parece un territorio impenetrable y solemos imaginarla como el hogar de unas cuantas poblaciones aisladas. Sin embargo, hace 2 milenios existió una serie de establecimientos comparables con Londres en la misma época durante el imperio romano.
Las ruinas fueron encontradas gracias a la tecnología Lídar, acrónimo de Detección de Luz y Rango o Detección de Imágenes Láser y Rango. Los resultados se publicaron recientemente en la revista Science.
Un complejo urbano oculto por la selva
Hace dos décadas el arqueólogo Stéphen Rostain del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) observó por primera vez una serie de montículos y caminos enterrados en la Amazonía ecuatoriana. En ese entonces no imaginaba cómo encajaría todo.
El hallazgo ocurrió en el valle de Upano. Para estudiarlo se recurrió a la tecnología Lídar. Gracias a ella fue posible reconocer una extensa red de asentamientos y caminos que abarca 300 kilómetros cuadrados.
No es posible establecer la población que habitó ahí pero se estima que fue el hogar de al menos 10,000 habitantes, aunque en un punto máximo de urbanización pudo ser capaz de albergar a entre 15,000 y 30,000.
El complejo arquitectónico incluye plazas, edificios habitacionales y ceremoniales. Se construyeron sobre 6,000 montículos rectangulares de tierra. Alrededor de ellos había campos agrícolas con canales de drenaje.
También se encontraron caminos. Los más largos entre ellos alcanzan los 10 metros de ancho. Su extensión a lo largo va de los 10 a los 20 kilómetros.
Los restos arquitectónicos pertenecen a una cultura agrícola que debió comenzar hace 2,500 años. Se trata del complejo urbano agrario más extenso que se ha documentado hasta ahora en la región Amazónica.
El grupo de investigadores identificó al menos 15 asentamientos de distintos tamaños. Todos se basan en el mismo tipo de estructuras. Resalta la red de carreteras por su tamaño y complejidad.
Las excavaciones arqueológicas han permitido establecer el periodo en que la estructura urbana fue habitada. La construcción debió comenzar alrededor del año 500 antes de la era común. El final de su ocupación se ubica entre los años 300 y 600 de la era común.
Las culturas que lo habitaron fueron la Kilamope y posteriormente Upano. Su extensión es comparable a las poblaciones mayas en México y Guatemala. Por otro lado, los asentamientos son distintos a otros más recientes que también se han descubierto en la Amazonia.
“Estos descubrimientos son otro vivo ejemplo de la subestimación del doble patrimonio de la Amazonia: ambiental pero también cultural, y por tanto, indígena”, señala Rostain.
“Es crucial revisar a fondo nuestras ideas preconcebidas sobre el mundo amazónico y, al hacerlo, reinterpretar contextos y conceptos a la luz de una ciencia inclusiva y participativa”, agrega el arqueólogo.
El estudio de esta región en Ecuador comenzó en la década de los 70 del siglo XX. El pionero de la exploración arqueológica en el valle de Upano fue Pedro Porras, quien fue arqueólogo y sacerdote por la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE).
Stephen Rostain, quien dirigió la investigación reciente llegó a esta zona en la década de los 90. En aquella época la búsqueda se hacía recorriendo la selva a pie. La tecnología láser, que fue accesible a partir de 2015, ha facilitado el reconocimiento de espacios de interés arqueológico.
El escaneo mediante láser desde aviones ayudó a reconocer estructuras rectangulares, vías de comunicación, canales de agua e incluso plataformas rodeadas de zanjas. Fernando Mejía Mejía, arqueólogo de la PUCE que participó en el estudio, compara estas últimas con los fosos de los castillos medievales europeos.
Mejía explica las dimensiones sociales de la sociedad que habitó en esta región. “Si tenemos más de 6000 montículos, esto son más de 6000 casas, cada una con una familia ampliada que puede tener 10 personas, así que calcula”, explica.
“Sólo en esta pequeña sección había toda esta cantidad de gente viviendo, lo que implica una megaproducción de alimentos y que tiene que haber alguien que mande. Políticamente estamos hablando de uno o varios caciques locales que controlaban una gran cantidad de población”, agrega.
Queda mucho por conocer sobre el pasado de la Amazonía. La tecnología actual permite recorrer de una forma más accesible un territorio cubierto por la naturaleza que por mucho tiempo se ha visto como un espacio natural sin grandes antecedentes sociales y culturales.
Fuentes
La Amazonía ecuatoriana esconde antiguas ciudades agrarias perdidas
Arqueólogos encuentran grupo de ciudades perdidas en la Amazonía