Un estudio del suelo sahariano revela sus épocas verdes Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 enero, 2021
Actualmente el desierto del Sahara es conocido por sus grandes extensiones de dunas de arena pero no siempre ha sido así. Un grupo de investigadores internacionales estudiaron capas de sedimentos para comprender mejor la evolución del que ahora es el desierto cálido más grande del mundo. Entre sus hallazgos está que reconocieron periodos verdes en esta región del mundo, así como la duración de estos.
Predecir los cambios en el clima del desierto
En las cavernas de lo que ahora es el desierto del Sahara se encuentran pinturas rupestres que retratan una vida muy distinta a la que podría existir en condiciones actuales. Ahí aparecen jirafas, cocodrilos y humanos nadando. Esto es un indicio de que alguna vez los paisajes saharianos fueron muy diferentes.
Para estudiar a detalle los cambios que han ocurrido en esta región de la Tierra se recurrió a la combinación de un par de técnicas. Por una parte se extrajeron columnas de sedimentos de la parte mediterránea del Sahara y por otra se recurrió a modelos computacionales. Las capas de sedimentos cuentan la historia del norte de África en los últimos 160 mil años.
Las muestras se tomaron del Golfo de Sidra, en Libia. A través de ellas se analizaron las etapas de isótopos marinos con las que se establecieron las fases calientes y frías por las que ha pasado la región. Durante las etapas calientes una serie de ríos en la zona tienden a secarse.
“Sospechábamos que cuando el desierto del Sahara fue verde, los ríos que ahora están secos debieron estar activos y pudieron traer partículas hasta el Golfo de Sidra”, explica Cécile Blanchet del Centro Alemán para Investigación de Geociencias GFZ, quien dirigió el estudio.
El análisis de los sedimentos permite una mejor comprensión de la historia del Sahara. En qué circunstancias y durante qué periodos se han reactivado los ríos son algunas de las preguntas que motivaron al grupo de investigadores. Para obtenerlos se recurrió a un método llamado “perforación de pistón”, que consiste en presionar cilindros gigantes para perforar el suelo marino.
Las columnas de sedimentos que se obtuvieron alcanzan los 30 pies de largo, equivalentes a 9.144 metros. Dentro del fango se encontraban partículas de sedimentos y plantas que fueron transportados desde el continente africano, así como microorganismos que crecieron en el mar. A partir de ellos se pudo reconstruir la historia de los cambios climáticos al norte de África.
Para reconocer las épocas en que los ríos estuvieron activos los investigadores buscaron los momentos en que los niveles de lluvia en el Sahara central fueron suficientes para alimentarlos. Concluyeron que los períodos fértiles para la región duran normalmente 5 mil años. En esas épocas la humedad se dispersa por todo el norte de África, hasta llegar al Mediterráneo.
“Encontramos que pequeños cambios en la órbita terrestre, así como el aumento y disminución de los bloques de hielo polares, marcan el ritmo de la alternancia en las fases húmedas con grandes precipitaciones y los largos periodos de casi completa aridez”, menciona Blanchet.
Comprender los cambios climáticos que han ocurrido en el Sahara ayuda a explicar la evolución de nuestra especie, así como fenómenos migratorios. De forma natural existen ciclos en que los paisajes de esta región cambian y actualmente esa información será de gran importancia. Vivimos una época en que el clima cambia rápidamente por efecto de las actividades humanas y si conocemos lo que ha ocurrido en el pasado será más probable que podamos afrontar el futuro.